En determinados puestos de trabajo es esencial estar en contacto con las emociones. En otros, parece ser un detrimento. Y al igual que cualquier habilidad, la capacidad de entender a la gente se puede utilizar para bien o para mal.
Algunos de los mejores momentos de la historia de la humanidad fueron creados por la inteligencia emocional. Cuando Martin Luther King presentó su sueño, eligió un lenguaje que agitaba los corazones de su público. "En lugar de honrar esta sagrada obligación" a la libertad, Martin Luther King tronó: "Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos." Prometió que una tierra "sofocante por el calor de la opresión" podría ser "transformada en un oasis de libertad y justicia ", y previo un futuro en el que "en las rojas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad."
El lado oscuro de la Inteligencia Emocional |
Este mensaje electrizante requiere la inteligencia y la capacidad de reconocer, entender y manejar las emociones emocionales. Martin Luther King demostró una notable habilidad en el manejo de sus propias emociones y en provocarlas para mover a la acción a su audiencia.
Reconociendo el poder de las emociones, otro de los líderes más influyentes del siglo XX años dedicó muchos años al estudio de los efectos emocionales de su lenguaje corporal. Practicando sus gestos de manos y el análisis de imágenes de sus movimientos le permitió convertirse en "un orador público absolutamente fascinante", dice el historiador Roger Moorhouse" Era algo en lo que trabajó muy duro." Su nombre era Adolf Hitler.
Desde la publicación en 1995 del best seller de Daniel Goleman, la inteligencia emocional ha ...
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Muchos populistas juegan con esta inteligencia emocional. No solo Hitler, sino más cercano en el tiempo.
ResponderEliminarHay quienes quieren escuchar lo que quieren escuchar y hasta lo tergiversan...según lo que quieren. Y eso incluso lo aprovechan estas personas.
Saludos Carolus
Creo que me hablas de un querido país en lucha contra el tirano y con bandera tricolor...
EliminarEl difunto gorila rojo era un buen ejemplo de este oscuro arte, tal vez lo único que sabía hacer bien.
Saludos, Manuel
Mientras leía el articulo, me hizo recordar al difunto presidente Hugo Chavez y aprovechándose de los medios de comunicación pudo, con su demagogia influir sobre 8 millones de venezolanos que aún hoy lo adoran como a un Dios.
ResponderEliminarÉste poder también se conoce como: Culto a la personalidad
Vaya, mientras escribías esto, por mi parte respondía al post anterior. Qué casualidad...
EliminarSaludos, Olimpo
Un arma de doble filo. Es peligroso acudir a la emoción colectiva sobre todo en tiempos de crisis. Miedo me da que ahora salga un líder mesiánico y extremista que nos vuelva a llevar a todos al desastre. Y como somos inestables, emotivos y sin cultura política, pues eso... mordemos el anzuelo.
ResponderEliminarUn saludo.
Sin embargo, un lider con una conducta moral podría llevarnos a otros puertos mas benignos, como el que acabamos de enterrar. El conocimiento no es ni bueno ni malo, depende de cómo se use. Hace mucho tiempo que me explicaron que con las personas hay que razonar (generalmente, no siempre) y con las masas, emocionar y llegar a los corazones. Otra cosa es el mensaje que deseamos transmitir y el interés personal en juego.
EliminarUn saludo
La "vía" emocional es más directa, tanto frente a las masas como frente a individuos aislados... además tiene una gran ventaja, las emociones no necesitan justificación simplemente se sienten, su "efecto" es más profundo y más duradero y cuesta mucho cambiarlas si están bien arraigadas.
ResponderEliminarTengo algunos amigos catalanes que me hablan así de la independencia, cuando razonas te admiten que no tiene mucho sentido, pero al final ellos "sienten" que lo necesitan.
Lo razonable se puede medir, lo emocional, no. Por eso, no es fácil (es imposible) discutir y aun dialogar sobre sentimientos. Ahí reside el truco de los nazionalismos.
EliminarSaludos