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Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

Consejos de Maquiavelo para un gobierno timorato

Maquiavelo nos da unos excelentes consejos para un gobierno timorato que no se atreve a tomar decisiones cuando es lo que se debe hacer.


"Ni las repúblicas ni los príncipes deben diferir los remedios a las necesidades públicas. Por ello el que rige un estado, sea república o monarquía, debe prever los tiempos y sucesos contrarios que puedan sobrevenirle, y los hombres de quienes en la adversidad pueda sobrevenirle, y los hombres de quienes en la adversidad pueda valerse, tratándoles desde luego cual lo haría si necesitara de ellos en algún peligro. Los que gobiernan de otro modo, sean príncipes o repúblicas, y máxime si son príncipes, formándose la ilusión de que, llegado el peligro, ganarán la voluntad de los hombres a fuerza de beneficios, se engañan, y lejos de aumentar su seguridad, aceleran su perdición" Discursos, 1, XXXII

Consejos de Maquiavelo para un gobierno timorato
Consejos de Maquiavelo para un gobierno timorato
Del libro “El Príncipe”:

“A los hombres se les ha de mimar o aplastar, pues se vengan de las ofensas ligeras ya que de las graves no puede: la afrenta que se hace a un hombre debe ser, por tanto, tal que no haya ocasión de temer su venganza.”

No se debe jamás permitir que se continúe con problemas para evitar un conflicto porque no se la evita, sino que se la retrasa con desventaja tuya.”

“Se puede hacer un buen o mal uso de la crueldad. Bien usadas se pueden llamar aquellas crueldades (si del mal es lícito decir bien) que se hacen de una sola vez y de golpe, por la necesidad de asegurarse, y luego ya no se insiste más en ellas, sino que se convierten en lo más útiles posible para los súbditos. Mal usadas son aquellas que, pocas en principio, van aumentando sin embargo con el curso del tiempo en lugar de disminuir.”

“Quien deja a un lado lo que se hace por lo que se debería hacer, aprende antes su ruina que su preservación.”

Con poquísimos castigos ejemplares será más clemente que aquellos otros que, por excesiva clemencia, permiten que los desórdenes continúen, de lo cual surgen siempre asesinatos y rapiñas.”

“Ayuda también bastante dar ejemplos sorprendentes en su administración de los asuntos interiores, de forma que cuando algún subordinado lleve a cabo alguna acción extraordinaria (buena o mala), se adopte un premio o un castigo que de suficiente motivo para que se hable de él.”

“Conquistada la Romaña y encontrándola gobernada por señores incapaces, más dispuestos a despojar a sus súbditos que a llamarlos al orden -con lo cual les daban motivo de desunión y no de unión, hasta el punto de que todo el territorio estaba sembrado de ladrones, banderías y toda clase de rebeldías-, determinó (César Borgia) que era necesario darle un buen gobierno si quería reducirla al orden y hacerla obediente al poder soberano. Por eso puso al frente del país a Ramiro de Orco, hombre cruel y expeditivo, al cual dio plenos poderes. Al cabo de poco tiempo su ministro consiguió pacificar el territorio y reducirlo a la unidad, todo lo cual trajo consigo la extraordinaria reputación del duque. Pero más tarde juzgó el duque que ya no era necesaria tan gran autoridad, pues se corría el peligro de que resultara odiosa, e implantó un tribunal civil en el centro del territorio, presidido por un hombre excelentísimo y en el que cada ciudad tenía su propio abogado. Y como sabía que los rigores pasados le habían generado algún odio, para curar los ánimos de aquellos pueblos y ganárselos plenamente decidió mostrar que, si alguna crueldad se había ejercido, no había provenido de él, sino de la acerba naturaleza de su ministro. Así que, cuando tuvo ocasión, lo hizo llevar una mañana a la plaza de Cesena partido en dos mitades con un pedazo de madera y un cuchillo ensangrentado al lado. La ferocidad del espectáculo hizo que aquellos pueblos permanecieran durante un tiempo satisfechos y estupefactos.”

Es de mal ejemplo no observar una ley hecha, máxime si son sus autores quienes dejan de cumplirla; y peligrosísima para los que gobiernan un Estado tener en continua incertidumbre la seguridad personal.”

Los consejos de Maquiavelo no son de un teórico cualquiera, ya que él mismo desempeño cargos importantes en política y sabe de qué habla. Parece ser que los políticos que forman gobierno no han leído, ni mucho menos meditado, de este genial florentino nada más allá de “el fin justifica los medios”, frase que nunca dijo Maquiavelo.

A buen entendedor, con estas citas le bastan. En fin, que pases un buen y tranquilo otoño. 

Comentarios

  1. Cualquier cosa menos cruzarse de brazos y esperar que los asuntos se solucionen solos.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hacer nada es la única forma de hacer algo que tienen algunos de creer que hacen algo.

      Un saludo.

      Eliminar
  2. Este párrafo lo dice todo: “No se debe jamás permitir que se continúe con problemas para evitar un conflicto porque no se la evita, sino que se la retrasa con desventaja tuya.”...

    Y seguimos con el problema... el gobierno, por desconocimiento e incompetencia...y quizás por estrategia...nada hace...

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una pena, porque al final lo pagamos quienes no podemos decidir: los catalanes que no quieren independencia y el resto de casi todos los españoles (alguno hay que les encanta que España se rompa, véase los pagados por Venezuela y el chavismo).

      Saludos, Manuel

      Eliminar

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