Latif era el pordiosero más pobre de la comarca, cada noche dormía en el zaguán de una casa diferente. Sin embargo, Latif era considerado el hombre más sabio del pueblo. Una mañana el rey apareció en la plaza, hasta que tropezó con Latif y sus súbditos le contaron de el. Ver Desarrolla tu sabiduría de 7 maneras El rey, divertido, se acercó al mendigo y le dijo: -Si me contestas una pregunta te doy esta moneda de oro. -¿Cuál es tu pregunta? Y el rey se sintió desafiado, entonces, se despachó con una cuestión que hacía días lo angustiaba y que no podía resolver. La respuesta de Latif fue justa y creativa. El rey se sorprendió y dejó su moneda a los pies del mendigo. Al día siguiente el rey volvió y le hizo otra pregunta, ny otra vez Latif la respondió rápida y sabiamente. -Latif, te necesito - le dijo el rey. - Te pido que vengas a palacio y seas mi asesor. Te prometo que no te faltará nada. - Juró el rey. Lafit aceptó la propuesta, y durante las siguientes semanas las consultas del re