Una de las caídas más vergonzosas de famosos

Es difícil encontrar una caída más humillante que la de Steven Seagal, el ex héroe de acción de los años 80 y 90. 

En octubre de 2024, fue visto en la región rusa de Kursk, pesando alrededor de 500 libras, sentado de manera poco elegante en muebles rusos, usando su enorme tamaño como una especie de apoyo para probar la resistencia de los mismos.

Lo que alguna vez fue un cuerpo atlético y una figura imponente en Hollywood, se ha transformado en una figura grotesca y, de alguna manera, cómica.

En su apogeo, Seagal fue mucho más que un simple actor. Era un maestro de aikido de 6'4" que había abierto su propio dojo en Japón cuando apenas tenía 20 años, y lo hacía sin conocer una palabra de japonés. Era considerado un hombre impresionante, una mezcla de fuerza y disciplina. A lo largo de los años, Seagal conquistó Hollywood, protagonizando una serie de exitosos filmes de acción, y también acumuló varios matrimonios y siete hijos. Era conocido por su pasado como guardaespaldas de celebridades y, en la cima de su carrera, fue un personaje respetado en la industria del cine.

Sin embargo, la vida de Seagal dio un giro drástico. A lo largo de los años, su comportamiento y sus vínculos con el crimen organizado, particularmente con la mafia rusa, comenzaron a salir a la luz. En lugar de ser recordado por su destreza en las artes marciales o sus papeles icónicos, Seagal se fue convirtiendo en un blanco de burlas. De hecho, su estatus de "estrella" en Hollywood se desmoronó con el tiempo debido a sus escándalos y su comportamiento cuestionable, que incluyó varias acusaciones de conducta sexual inapropiada. Su carrera, que alguna vez estuvo llena de gloria, se desplomó por su involucramiento en estas actividades oscuras.

Hoy en día, Seagal se encuentra exiliado de los Estados Unidos, donde temía enfrentarse a una condena de prisión por las acusaciones de violación. En su lugar, se ha convertido en una figura casi caricaturesca, un activo de propaganda para el régimen de Putin, y su vida, lejos de ser la de un héroe de acción, se ha reducido a una sombra de lo que fue. Su caída es un recordatorio de cómo la fama y el poder pueden ser efímeros, y de cómo una serie de malas decisiones pueden convertir a una figura admirada en objeto de ridículo y desprecio.

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