Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Andre Kostolany

Maquiavelo y sus excelentes discípulos

Un manual imprescindible para entender el poder desde Maquiavelo hasta el siglo XXI Si alguna vez te has preguntado cómo funciona realmente el poder, este libro es para ti. Maquiavelo y sus excelentes discípulos  es la radiografía lúcida y sin filtros que necesitas para dejar atrás la ingenuidad. No es solo un recorrido histórico; es un manual estratégico que te enseña a reconocer, entender y navegar las complejidades de la manipulación, desde el Renacimiento hasta la era de los algoritmos y el populismo del siglo XXI.  ¿Por qué este libro es crucial para ti? Este no es un texto académico aburrido, sino una narrativa envolvente que disecciona la estrategia detrás de los movimientos de los líderes más influyentes de la historia, desde Maquiavelo y César Borgia hasta Napoleón, Bismarck y Kissinger. Comprenderás la verdad incómoda:  Te ofrece una comprensión mucho más clara del mundo en que vivimos, mostrándote que el maquiavelismo sigue vivo, oculto detrás de discursos emoc...

La oportunidad perdida de ser sacristán en Viena

Andre Kostolany, el famoso inversor de origen húngaro, explica en su libro El famoso mundo del dinero y la bolsa el caso del “Rico Grün”.  Aunque no he podido descifrar el origen de este personaje, es la historia de resolución de una oportunidad desaprovechada: “[Grün] Pobre respondió a un anuncio en el que se ofrecía un puesto de trabajo de sacristán en un templo de Viena. En aquellos tiempos un sacristán tenía que saber leer y escribir. Como Grün era analfabeto, no le dieron el trabajo. Desconsolado, utilizó el dinero que le habían dado como compensación del viaje, para emigrar a Estados Unidos.  La oportunidad perdida de ser sacristán en Viena En Chicago comenzó a hacer negocios. Con sus primeros ahorros creó una empresa que creció más y más a medida que pasaba el tiempo. Un gran grupo de empresas le compró sus negocios y, a la hora de firmar el contrato, se produjo la gran sorpresa: Grün, analfabeto, no estaba en condiciones de firmar. - ¡Dios mío! – Dij...