Comencemos con una anécdota que ilustra la peculiar forma de justicia de la reina Ranavalona I de Madagascar. En un extraño ejercicio de lealtad, la reina le pide a un súbdito que demuestre su fidelidad tragando la piel cruda de tres pollos. Aunque logra tragar las dos primeras, el esfuerzo para ingerir la tercera resulta demasiado y termina devolviendo dos pieles. Ante esto, la reina lo declara "culpable" y sentencia su muerte, argumentando que si realmente hubiera sido inocente, habría podido tragar las tres sin problema. Esta anécdota refleja el carácter implacable y a menudo irracional de la reina. Nacida como Ramavo en 1778, su ascenso al poder estuvo marcado por intrigas y traiciones. Su padre había ganado el favor del rey al ayudarlo a escapar de un intento de asesinato, lo que llevó al rey a adoptar a Ramavo como su hija y posteriormente casarla con su hijo legítimo, Radama I. Sin embargo, tras su ascenso al trono, Radama comenzó a eliminar a sus rivales, incluidos mi...