La escarificación es una práctica ancestral que se encuentra en algunas culturas africanas y tiene una historia que se remonta a más de dos siglos. Este ritual implica realizar incisiones en la piel, particularmente en el rostro y el cuerpo de niños pequeños, incluso de meses de edad. Las incisiones, al cicatrizar, forman patrones característicos que representan la herencia tribal del individuo y actúan como una forma de identificación cultural. El proceso de escarificación es un rito de paso que conlleva un profundo simbolismo. Comienza con la preparación del niño, que incluye afeitar su cabello y otorgarle un nuevo nombre, marcando así el inicio de una nueva etapa en su vida. Luego, el niño es llevado a un lugar sagrado donde se lleva a cabo el ritual. Los maestros escarificadores, que son ancianos respetados de la comunidad, marcan con cenizas los lugares donde se realizarán las incisiones antes de proceder con los cortes. Sin embargo, esta práctica no está exenta de controvers...