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Mostrando las entradas etiquetadas como político

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Cómo saber si un político está mintiendo

Hay una vieja broma que pregunta: ¿cómo saber si un político miente? La respuesta es: miente si mueve sus labios.  En medio de una campaña electoral una respuesta más científica a esta pregunta vital puede ser proporcionada por una investigación de psicología publicada recientemente sobre la mentira en la población del Reino Unido. El análisis fue realizado sobre una encuesta a 2.980 adultos británicos. La encuesta encontró que los hombres engañan más que las mujeres, las personas mienten más a sus madres que a sus parejas y que la mayoría de las personas creen que existe algo como una mentira aceptable.  En este estudio sobre la prevalencia de la mentira se encontró que hay un grupo distinto en la población general, que dice cinco o más mentiras por día y que este tipo de mentirosos constituyen el 9,7% de la población del Reino Unido. Para más del 90 % del resto de la población, la mentira es una actividad relativamente poco frecuente. Los sujetos británicos reporta

Entrevista con el político

Soy un político profesional. Y si, es cierto, si me sacas de la política, no sé hacer nada. Nada de nada. Pero no te preocupes, con todos los conocimientos que he adquirido a lo largo de muchos años de apuñalar y no ser apuñalado, ten por seguro que aunque acabe en la p… calle, medraré más rápido que la mayoría. Es mi naturaleza y no puedo impedir que sea así. Me recriminan mi falta de preparación, mis estudios colgados a la mitad (más bien al principio), mi nula experiencia laboral, un desconocimiento total de idiomas extranjeros y aun del propio y muchas otras cosas más. Pues sí, es cierto, no exageran y aun se quedan cortos. Soy un político profesional, todos esos conocimientos me son inútiles, para nada valen en mi día a día. La preparación, estudios, idiomas, experiencia laboral… están muy bien para optar a trabajos en los que te pagan lo justo para llegar a fin de mes o para optar a una oposición, que es más de lo mismo. Vamos, que si estás sobradamente preparado, te vas a g

Un trabajo para mi hijo

El muchacho termina el Bachillerato y no tiene ganas de estudiar más. Un trabajo para mi hijo Como el padre es un tipo influyente y de dinero, le presiona: - ¿Ah? ¿No quieres estudiar, hijo? Bueno, yo no mantengo vagos, así que vas a trabajar. ¿Estamos? El padre, que es un hombre con mucho dinero, metido en la política y con influencias, dada su larga trayectoria, trata de conseguirle un empleo y habla con una de sus compañeras de partido que están en este momento en el gabinete, y le dice: - Manolo, ¿Te acuerdas de mi hijo? Bueno, pues fíjate que terminó el Bachillerato y no quiere estudiar el jodido muchacho. Si puedes, necesitaría ya un puesto como para que empiece a trabajar, mientras decide si va a seguir estudiando una carrera... El asunto es que quiero que haga algo, no ande vagueando y esté todo el día en casa sin hacer nada. Y así a ver si se compone y hace algo de provecho. ¿Me explico? A los tres días llama Manolo: - Enrique, ya está. Le consegu