Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como reloj

Buscador

Se acabó la prisa. Llega la cultura de ir despacio

Una nueva revolución se está gestando en el planeta: la de quienes se sienten oprimidos por la tiranía del reloj y reivindican el derecho a no vivir bajo un estrés permanente   Se acabó la prisa. Llega la cultura de ir despacio  "La vida es aquello que se nos escapa mientras estamos ocupados en otras cosas.”   Lo dijo John Lennon y, sin saberlo, estaba describiendo una nueva enfermedad que los médicos llaman “síndrome de la felicidad aplazada” (deferred happiness syndrome). Los pacientes padecen auténtica angustia por la falta de tiempo para hacer frente a sus obligaciones, y acaban posponiendo de manera casi perpetua su ocio y su descanso. Se calcula que en el mundo desarrollado cuarenta de cada cien personas lo padecen. Tiranía del nanosegundo  Se acabó la prisa. Llega la cultura de ir despacio.  Un estudio de Jeremy Rifkin, presidente de la Fundación de Tendencias Económicas de Washington, asegura que vivimos atrapados en “la cultura

Cambia la hora, que es mejor

El cambio de hora tiene caras positivas y negativas. Nos dicen que se ahorra energía y también que tiene efectos  en el organismo. Sobre lo segundo, doctores tiene la medicina. Cambiar la hora para ahorrar Decían los romanos, refiriéndose a las horas , que todas hieren y la última mata. Por lo visto, la medida del cambio de hora viene de antiguo, desde Egipto y Roma, y la forma actual de adaptarse viene de principios del Siglo XX. Nos dicen que ahorro de energía obtenido con esta medida del  cambio de hora  el año pasado fue de unos 250 millones de euros. Digo yo que ahora que estamos en crisis – por no decir una expresión más fuerte – tal vez esta medida sea insuficiente y lo mejor sería atrasar no una, sino dos horas . Así el ahorro sería mayor. Claro, que puestos a retrasar, a lo mejor podríamos hacerlo en tres o cuatro horas . De esta forma, el déficit desaparecería de un día para otro. No entiendo como no se le ha ocurrido a nadie el  cambio de una hora, y otra hora, y ot