Se dice que los mortsafes, inventados en 1816 en Escocia, son jaulas para tumbas diseñadas para evitar que los muertos, resucitados en forma de zombis o vampiros, escapen de su lugar de descanso. Los mortsafes, que surgieron en Escocia en 1816, son estructuras que se diseñaron con el propósito de proteger los cadáveres de la profanación. Durante esa época, el robo de cuerpos era un problema significativo, especialmente por parte de estudiantes de medicina que necesitaban cadáveres para sus estudios anatómicos. Esta práctica se volvió tan común que las autoridades, en lugar de intervenir, optaron por ignorar la situación, considerando que el avance del conocimiento médico justificaba estos actos. Con el tiempo, la profanación se hizo insostenible y los ciudadanos decidieron actuar para salvaguardar las tumbas de sus seres queridos. Los más ricos podían costear lápidas pesadas, mausoleos o incluso contratar guardias para proteger sus sepulturas. En contraste, aquellos con menos recursos ...