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Las 20 leyes de la astucia

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Palillos de marfil y corrupción

Cuando el rey Zhou pidió palillos de marfil, Qi Zi se preocupó.



Palillos de marfil
Palillos de marfil

Temía que en cuanto el rey tuviera palillos de marfil no se contentaría con la vajilla de barro y querría vasos de cuerno de rinoceronte y jade; y que en vez de legumbres y verduras, pediría manjares exquisitos, como cola de elefante y cachorros de leopardo. Difícilmente estaría dispuesto a vestir telas burdas y a vivir bajo un techo de paja; y encargaría sedas y mansiones lujosas.

- Me siento inquieto, temo el final de todo esto – dijo Qi Zi.

Cinco años después, en efecto, el rey Zhou tenía un jardín repleto de manjares, torturaba a sus súbditos con hierros candentes y se embriagaba en un lago de vino. Y así perdió su reino, empezando por unos palillos de marfil.

Han Fei Zi

Para saber mas sobre temas de China y Extremo Oriente:

Comentarios

  1. No sé porque se me ha asemejado a cierta monarquía europea...y no precisamente por la casa real...

    Saludos Carolus.

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    Respuestas
    1. Ya ves, Manuel, se empieza por unos palillos... y acabas comiendo elefante.

      Saludos

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  2. Hace unos años en la escuela teníamos un profesor encargado de nuestro curso que era un pesado con una cosa que llamaba valores, especialmente una cosa que llamaba "reciedumbre". Tenía mil analogías y comparaciones que sería muy largo explicar, pero al final su idea (que tardé bastante en comprender, unos años después de abandonar la escuela) era que un verdadero hombre no necesita nada... sabe vivir con lo que tiene y no le dominan sus pasiones y deseos.

    Nos decía que no era más hombre el que salía con más chicas... Increible, pero cierto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tal como lo cuenta, tuvo el honor de conocer al último "estoico ibérico", una especie en extinción o ya extinguida. Una pena.

      Saludos

      Eliminar
  3. Un autentico estoico, todavía sigue vivo y hace poco lo encontré.
    Viudo después de soportar años de una enfermedad degenerativa de su esposa, sin una gran pensión, viviendo en una pequeña capital de provincia con lo justo, con sus pequeños hobbies, y pese a ser el profesor más duro siendo también era el más repetado por todos... y con una mirada serena y por lo que me dió a entender bastante feliz y satisfecho de la vida.

    Desde luego para mí, un gran heroe anonimo de los que hacen poco ruido. De los que decía mi abuelo que había muchos antes y muy pocos ahora.

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