A todos nos gusta ser escuchados. No hay nada malo en querer que la gente conozca tus opiniones o comunicar cómo te sientes.
Sin embargo, expresarse puede ser algo malo cuando se convierte en excesivo y empieza a molestar a las personas que te rodean. Una gran parte de ser un buen amigo o un buen conversador consiste en ser capaz de escuchar.
Si estás preocupado porque esta parte del arte de la conversación se te ha pasado por alto, he aquí algunos indicadores y propuestas qué puedes implementar.
Cómo saber si hablas demasiado |
Pasos
Comprobación de si hablas demasiado
1/ Evaluar tus conversaciones habituales
Digamos que has quedado con tu amigo para el almuerzo y te preocupa que puedas haber dominado la conversación... de nuevo. Sinceramente, y de una manera imparcial, reproduce otra vez en tu cabeza toda la secuencia de hechos que tuviste en la comida. Esto te ayudará a ver claramente si hablas mucho en comparación con otras personas. Hazte algunas preguntas puntuales como:
¿Quién llevó verdaderamente el peso de la conversación? ¿Acaso hablamos más acerca de mí o de mi amigo? ¿Con qué frecuencia interrumpo a mi amigo?
2/ No limitar estas "sesiones de repetición " a tu círculo social
Piensa en qué manera hablas a todo el mundo. Incluyendo - pero no limitando- a tu jefe, a tus compañeros de trabajo, a tu madre y al camarero de tu cafetería habitual.
3/ Evalúa la forma más habitual en la que comienzas una conversación
¿Abres la conversación con una divertida historia de tu vida? ¿O es más probable que le preguntas algo a alguien y dejas que te cuenten una historia? La conversación es un equilibrio entre los participantes y en el momento que estás demasiado inclinado hacia tu interés, eres tú quien está acaparando el centro de atención.
4/ Presta atención al lenguaje corporal de los demás
¿A veces la gente hace ciertos gestos con los ojos cuando empiezas a hablar o mueven su pie con impaciencia? ¿Las personas empiezan a irse? ¿O parecen ...
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Conozco un par de casos de gente que sólo sabe hablar de sí mismos y empiezan todas las conversaciones con "yo" esto, "yo" lo otro. Luego pasan a hablar de lo buenos que son sus hijos, de sus carreras, de sus buenos sueldos, etc. Son insufribles. Creo que se trata de personas acomplejadas que se quedaron colgadas en la infancia o en la pubertad, en esas etapas necesarias de la autoafirmación frente a los demás y que arrastran una serie de carencias importantes.
ResponderEliminarUn saludo.
Esas personas que conjugan el "verbo yo" me encantan. Les puedes inflar el ego hasta el infinito y no se dan cuenta de la jugada. Y mientras tanto, puedes conseguir de ellos lo que quieras... o simplemente echar unas risas si eres capaz de aguantarlos.
EliminarSaludos, Cayetano
Hace algunos años en Inglaterra asistía a una conferencia sobre estos detalles. Cuando hice una entrevista para trabajar en la industria farmacéutica como investigador clínico, recordé una frase de aquella conferencia: No contestes lo que no te preguntan.
ResponderEliminarHablar mucho simplemente cansa a los dos.
Saludos
Tal vez por eso se dice que eres esclavo de tus palabras y dueño de tus silencios.
EliminarSaludos, Manuel