La posibilidad de que Donald Trump haya actuado como un agente ruso ha sido objeto de debate y análisis desde su campaña presidencial en 2016.
Diversas investigaciones y publicaciones han explorado los vínculos entre Trump y Rusia, sugiriendo una relación que podría haber influido en la política estadounidense.
En enero de 2017, agencias de inteligencia de Estados Unidos, incluyendo la CIA, el FBI y la NSA, concluyeron con "alta confianza" que el gobierno ruso intervino en las elecciones presidenciales de 2016 para favorecer la candidatura de Trump. Esta interferencia incluyó ciberataques y la difusión de información perjudicial para la oponente de Trump, Hillary Clinton. Además, se reveló que miembros del equipo de campaña de Trump, como Paul Manafort y Michael Flynn, mantuvieron contactos con funcionarios rusos antes y después de las elecciones.
El periodista Luke Harding, en su libro "Collusion: Secret Meetings, Dirty Money, and How Russia Helped Donald Trump Win", argumenta que Trump fue objeto de "cultivo" por parte de los servicios de inteligencia rusos durante al menos cinco años antes de su elección. Harding sugiere que, desde la década de 1980, Trump mantuvo relaciones comerciales con individuos vinculados al crimen organizado ruso, facilitadas por el KGB.
En octubre de 2024, el periodista Bob Woodward reveló en su libro "War" que Trump ha mantenido contacto con el presidente ruso Vladímir Putin al menos siete veces desde que dejó la presidencia en 2021. Durante la pandemia, Trump envió en secreto pruebas de COVID-19 a Putin, lo que ha suscitado interrogantes sobre la naturaleza de su relación y posibles influencias extranjeras. Ver enlace
Además, un documental emitido en octubre de 2024 en France 5, titulado "Opération Trump, les espions russes à la conquête de l'Amérique", dirigido por Antoine Vitkine, explora cómo los servicios de inteligencia rusos han intentado influir en la política estadounidense durante décadas. El documental destaca que, en la década de 1980, Trump, entonces un promotor inmobiliario en dificultades, vendió numerosos apartamentos en la Trump Tower a clientes vinculados al crimen organizado ruso, con la aparente facilitación del KGB
Por otro lado, H. R. McMaster, exasesor de Seguridad Nacional de EE.UU., afirmó en agosto de 2024 que Putin manipuló a Trump explotando su ego e inseguridades. Según McMaster, mediante halagos calculados, Putin logró influir en Trump, alejándolo de los consejos de sus asesores que abogaban por una postura más firme contra Rusia. Ver enlace
Aunque estas investigaciones y testimonios sugieren una relación estrecha y posiblemente influenciada entre Trump y Rusia, no se ha presentado evidencia concluyente que demuestre que el expresidente actuó como un agente ruso. La complejidad de las relaciones internacionales y la naturaleza confidencial de las operaciones de inteligencia hacen que este tema siga siendo objeto de debate y escrutinio público.
Y tú, ¿qué opinas?
Te invito cordialmente a compartir esto con todos tus amigos. Tu apoyo significa mucho. ¡Gracias de antemano!
Comentarios
Publicar un comentario