A veces soy un poco borde (1), no lo puedo evitar. Y el caso es que disfruto en esas ocasiones . Como casi cualquiera de Ustedes, no nos engañemos. Hace ya tiempo, estuve visitando en un hospital bastante masificado a un paciente de Parkinson que acababa de tener una angina de pecho. Había otros cuatro pacientes mas en una habitación pensada sólo para tres. Todos ellos demenciados y de una cierta edad. Es como si aun lo estuviera viendo, imaginen el cuadro: los cinco con esa bata que te ponen en los hospitales y que te deja el trasero al aire, todos hablando solos, llenos de tubos, pañales, goteros, sondas y demás instrumentos que aplican a los pacientes en los hospitales. Y además, con todos los familiares en horario de visita, la habitación atestada y un estupendo olor indefinido a desinfectante, sopa boba, sudor, humanidad, orines y sabe Dios qué mas. Olor a Hospital. Hospital Uno de los nietos de un paciente era un gallito adolescente vestido