En 1896, Belém se enriqueció vendiendo caucho amazónico al mundo, convirtiendo de la noche a la mañana a los agricultores en millonarios que construyeron sus ricas mansiones con materiales europeos. Mientras, sus esposas e hijas enviaban su ropa a lavar al viejo continente e importaban agua mineral de Londres para sus baños. Ver La carta de Drácula El "Theatro da Paz" era el centro de la vida cultural de la Amazonia, con conciertos de artistas europeos. Entre ellas, una llamó especialmente la atención del público, la bella cantante de ópera francesa Camille Monfort (1869-1896), quien provocó deseos indescriptibles en los caballeros ricos de la región y celos atroces en sus esposas debido a su gran belleza. Camille Monfort también causó indignación por su comportamiento, libre de las convenciones sociales de su época. Cuenta la leyenda que fue vista semidesnuda, bailando por las calles de Belém mientras se refrescaba bajo la lluvia de la tarde. Sus solitarias caminatas noctur