El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...
En la coqueta, la habilidad para retardar la satisfacción es el arte consumado de la seducción: mientras espera, la víctima está subyugada.
Las coquetas son las grandes maestras de este juego, pues orquestan el vaivén entre esperanza y frustración.
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Personalidad seductora: la coqueta |
Azuzan con una promesa de premio -la esperanza de placer físico, felicidad, fama por asociación, poder- que resulta elusiva, pero que sólo provoca que sus objetivos las persigan más. Las coquetas semejan ser totalmente autosuficientes: no te necesitan, parecen decir, y su narcisismo resulta endemoniadamente atractivo. Quieres conquistarlas, pero ellas tienen las cartas. La estrategia de la coqueta es no ofrecer nunca satisfacción total. Imita la vehemencia e indiferencia alternadas de la coqueta y mantendrás al seducido tras de ti.
En el otoño de 1795, París cayó en un extraño vértigo. El reino del terror que siguió a la Revolución francesa había terminado; el ruido de la guillotina se había extinguido. La ciudad exhaló un colectivo suspiro de alivio, y dio paso a celebraciones desenfrenadas e interminables festejos.
Al joven Napoleón Bonaparte, entonces de veintiséis años, no le interesaban tales jolgorios. Se había hecho famoso como general brillante y audaz al ayudar a sofocar la rebelión en las provincias, pero su ambición era ilimitada, y ardía en deseos de nuevas conquistas. Así, cuando en octubre de ese año la infausta viuda Josefina de Beauharnais, de treinta y tres años, visitó sus oficinas, él no pudo menos que confundirse. Josefina era demasiado exótica, y todo en ella lánguido y sensual. (Capitalizaba su raro aspecto: era de la Martinica.) Por otra parte, tenía fama de mujer fácil, y el tímido Napoleón creía en el matrimonio. Aun así, cuando Josefina lo invitó a una de sus veladas semanales, él aceptó, para su propia sorpresa. En la velada, Napoleón... SIGUE LEYENDO....
Una relación de amor de parte de Napoleón...porque ella sabía lo que quería. O eso parece.
ResponderEliminarSaludos Carolus