El amor infantil sigue el principio: "Amo porque me aman". El amor maduro obedece al principio: "Me aman porque amo". El amor inmaduro dice: "Te amo porque te necesito". El amor maduro dice: "Te necesito porque te amo".
El Arte de Amar, según Erich Fromm |
La clase más fundamental de amor, básica en todos los tipos de amor, es el amor fraternal. Por él se entiende el sentido de responsabilidad, cuidado, respeto y conocimiento con respecto a cualquier otro ser humano, el deseo de promover su vida. Si he desarrollado la capacidad de amar, no puedo dejar de amar a mis hermanos.
En el amor fraternal se realiza la experiencia de unión con todos los hombres, de solidaridad humana, de reparación humana. El amor fraternal se basa en la experiencia de que todos somos uno. Las diferencias en talento, inteligencia, conocimiento, son despreciables en comparación con la identidad de la esencia humana común a todos los hombres.
Para experimentar dicha identidad es necesario penetrar desde la periferia hacia el núcleo. Si percibo en otra persona nada más que lo superficial, percibo principalmente las diferencias, lo que nos separa. Si penetro hasta el núcleo, percibo nuestra identidad, el hecho de nuestra humanidad. Una mujer sólo puede ser una madre verdaderamente amante si puede amar; amar a su esposo, a otros niños, a los extraños, a todos los seres humanos. La mujer que no es capaz de amar en ese sentido, puede ser una madre afectuosa mientras su hijo es pequeño, pero no será una madre amante, y la prueba de ello es la voluntad de aceptar la separación –y aún después de la separación seguir amando-.
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Reflexiones interesantes la del señor Fromm. En lo particular creo vivir un amor maduro, ppero para llegar a ese amor, hube de pasar por el inmaduro.
ResponderEliminarEl amor debe crecer, como todo sentimiento, como una planta como decía mi abuela materna. No hay que olvidarse de él, por que si tiene hambre, no dura.
Saludos Carolus
Como en psicología evolutiva, el amor tiene sus fases según la edad de las personas. Pero sólo es mi opinión.
EliminarSaludos, Manuel