El Señor es mi pastor, nada me faltará, dicen cristianos y judíos. Pero no voy a escribir sobre religiones, que es un tema muy aburrido y repetitivo.
Sin embargo, si perteneces a un partido político, si que se te puede aplicar lo de “el líder del partido es mi pastor, nada me faltará”. Me explicaré.
Me he dado una vuelta por los perfiles de Facebook de cada líder de partido ganador, empatador o perdedor de estas últimas elecciones, según se mire y según ordene el líder del partido. Visitar la web de cada partido es perder el tiempo pues, a priori, son poco o nada interactivas.
El líder del partido es mi pastor, nada me faltará |
Facebook, en teoría, si que permite interactuar entre personas. Por eso la etiquetan como una de las redes sociales. Pues bien, lo que he descubierto es que todas las páginas de Facebook de líderes politicos son iguales y siguen el mismo perfil: el líder del partido escribe una consigna (Mao Tse Tung parecería ahora un pardillo) y su rebaño alaba al pastor en los comentarios.
Aunque esto no es del todo exacto, ya que existen infiltrados de otros rebaños que se dedican a poner de vuelta y media al líder de ese partido. No he visto ni un solo comentario razonado en el que se le pregunte al líder del partido algo coherente y con sentido común. Pero entiendo que nadie lo haga, ya que el líder del partido escribe la consigna del día, deja que su rebaño escriba comentarios y nunca se molesta en contestar dichos comentarios (o por lo menos, alguno que merezca la pena, que a veces los hay). ¿Será porque se ha acabado la campaña electoral? Puedes comprobarlo tu mismo.
En fin, que eso es lo que hay en los cuatro partidos más representativos, lo que hace el líder del partido en su puesto de pastor y cómo le sigue ciegamente su rebaño. Como a un Caudillo, palabra que a los que tenemos cierta edad nos suena bastante. Nada que no se vea en ninguna otra página de Facebook de cualquier secta o religión que elijas visitar.
Solo saco en claro que si el líder del partido es mi pastor, nada me faltará si le sigo haciendo la ola, no hay más que ver los comentarios. Tal vez gane algunas elecciones y tal vez se fije en mí. Entonces, nada me faltará, sin tener que dar palo al agua.
En la República de Roma ya ocurría esto… hasta que Julio César cruzó el Rubicón. El resto de la historia ya la conocemos: en el mejor de los casos quedó una pálida sombra de lo que entonces se entendía por democracia. Pero pan y circo, de eso nunca faltó… hasta que llegaron los bárbaros. Aunque eso es otra historia.
Mas de lo mismo, siempre igual. Hartazgo y desesperanza.
ResponderEliminarNo da para mas, emejota. Feliz 2016.
EliminarEn el fondo, religión y política organizada en torno a un líder tienen mucho en común: fe ciega por parte de algunos, hagan lo que hagan. Más que votantes conscientes necesitan fieles creyentes.
ResponderEliminarUn saludo, Carlos.
Fe ciega y la creación de un enemigo malo, malísimo. Pero en estos casos, siempre es peor el hereje que abandona la "Verdad" que el infiel que no la reconoce.
EliminarUn saludo, Cayetano
Dentro de todo es lo que quieren: ovejas que solo sigan lo que ellos dicen...Si hay alguien que haga diferencia sobre eso, será tachado de "casta" o "extremista" según sea el caso...
ResponderEliminarSaludos
Es curiosa la democracia interna en los partidos, ya sean políticos o de fútbol, que son muy parecidos.
EliminarSaludos