Ir al contenido principal

Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

Declara la guerra a tus enemigos al estilo de Salvador Dalí

Vivimos una época en la que es raro que la gente sea directamente hostil. Pero las reglas de la acción —social, política, militar— han cambiado, y lo mismo debe ocurrir con tu noción del enemigo. 

Un enemigo frontal es extraño ahora, pero en realidad es una bendición. Es difícil que la gente te ataque abiertamente y revele sus intenciones, el deseo de destruirte; por el contrario, es política e indirecta. 

Aunque hoy el mundo es más competitivo que nunca, se desalienta la agresión externa, así que la gente ha aprendido a encubrirse, a atacar impredecible y taimadamente. Muchos usan la amistad como medio para ocultar deseos agresivos: se acercan a ti para hacerte más daño. (Un amigo sabe mejor cómo herirte.) O, sin ser en realidad amigos, ofrecen asistencia y alianza: podrían parecer cooperadores, pero en definitiva promueven sus propios intereses a tus expensas. Después están quienes dominan la guerra moral, jugando a la víctima, haciéndote sentir culpable por algo indefinido que has hecho. El campo de batalla está lleno de estos escurridizos, evasivos y hábiles guerreros.

Declara la guerra a tus enemigos al estilo de Salvador Dalí
[Salvador Dalí] no tenía tiempo para quienes no estaban de acuerdo con sus principios, y emprendió la guerra en el campo enemigo escribiendo cartas insultantes a muchos de los amigos que había hecho en la Residencia, llamándolos cerdos. Se comparaba gustosamente con un toro diestro que evitaba a los vaqueros, y por lo general se divertía mucho provocando y escandalizando a casi cada intelectual catalán digno de ese nombre. Empezaba a quemar sus puentes con el celo de un incendiario. […]

“Habíamos resuelto [Dalí y el cineasta Luis Buñuel] enviar una venenosa carta con seudónimo a una gran celebridad de España”, refirió después Dalí a su biógrafo Alain Bosquet. “Nuestra meta era pura subversión. […] Ambos estábamos muy influidos por Nietzsche. […] Se nos ocurrieron dos nombres: Manuel de Falla, el compositor, y Juan Ramón Jiménez, el poeta. Echamos suertes y Jiménez ganó. […] Así que escribimos una furiosa y repulsiva carta de incomparable violencia y la dirigimos a Juan Ramón Jiménez. Decía: ‘Distinguido amigo: Creemos que es nuestro deber informarle —desinteresadamente— que su obra es profundamente repugnante para nosotros a causa de su inmoralidad, histeria y arbitrariedad. […]’. Esto le causó gran pesar a Jiménez. […]”.
THE PERSISTENCE OF MEMORY: A BIOGRAPHY OF DALÍ, MEREDITH ETHERINGTON-SMITH, 1992.

Repara en que la palabra “enemigo” —del latín inimicus, “no amigo”— ha sido satanizada y politizada. Tu primera tarea como estratega es ampliar tu concepto del enemigo, para incluir en él al grupo de quienes actúan en tu contra, obstruyéndote, aun en formas sutiles. (A veces la indiferencia y la apatía son mejores armas que la agresión, porque no puedes ver la hostilidad que esconden.) Sin caer en la paranoia, debes darte cuenta de que hay personas que quieren anularte margen de maniobra. Podrás dar un paso atrás y esperar y ver, o pasar a la acción, ya sea agresiva o sólo evasiva, para evitar lo peor. Incluso podrás intentar convertir a un enemigo en amigo. Pero hagas lo que hagas, no seas una víctima ingenua. No te la pases replegándote, reaccionando a las maniobras de tus enemigos. Ármate de prudencia y nunca bajes por completo la guardia, ni siquiera con tus amigos.


Cualquiera sabe la cara que pondría Juan Ramón Jiménez después de aquella andanada. Cuando ganó el Nóbel de literatura en 1956 lo hizo por el conjunto de su obra, pero se citaba muy especialmente "Platero y yo". Buñuel y Dalí filmarían un año después "Un perro andaluz" en la que curiosamente aparecen un par de burros en descomposición sobre unos pianos ¿Platero? Hay quien dice que esa imagen se inspira en la manía de Pepin Bello, amigo de ambos, de ir a los barrancos a las afueras de su pueblo para ver los cadáveres de los burros en descomposición. Cualquier cosa que pareciera contravenir la realidad, lo establecido, lo convencional les valía y atacar al establishment cultural, personificado en Falla o Juan Ramón Jiménez formaba parte del asalto al castillo. Sobre la carta contaba Salvador Dali: 

"En aquel momento queríamos mandar, para crear una especie de subversión moral, una carta a la persona más prestigiosa de España, únicamente para provocar una reacción y que la gente dijera: ¿Por qué lo han hecho?, y tal y cual. Entonces habíamos escogido dos o tres, y habíamos pensado en Falla, que tenía un gran prestigio, para decirle que era un hijo de puta, etc.: lo más que se puede decir; los pusimos en un sombrero (los nombres), y salió Juan Ramón Jiménez. Justamente acabábamos de visitar a Juan Ramón el día anterior, que nos había recibido sentimentalmente: "A ver, esa juventud maravillosa...", y dijo haber encontrado unos chicos magníficos en nuestro grupo. Entonces, sale en el sombrero y escribimos la carta, que era una carta terrible contra Platero, que el asno de Platero era un asno podrido, aquello de las estrellas era un sentimentalismo...; además, es verdad, a mí nunca me ha gustado Juan Ramón Jiménez, encuentro que es un poeta pésimo. En aquel momento de echar la carta, Buñuel tuvo una duda, pero la echó, la echamos, y al día siguiente Juan Ramón estuvo enfermo, diciendo: "No comprendo, un día antes recibo a estos chicos; me parecen... Y al día siguiente me insultan de la manera más grosera...".

Sr. don Juan Ramón Jiménez

Nuestro distinguido amigo:

Nos creemos en el deber de decirle -sí, desinteresadamente- que su obra nos repugna profundamente, por inmoral, por histérica, por cadavérica, por arbitraria. Especialmente: ¡¡Merde!! para su "Platero y yo", para su fácil y malintencionado "Platero y yo", el burro menos burro, el burro más odioso con que hemos tropezado.

Y para Vd., para su funesta actuación también:

¡¡¡¡Mierda!!!!

Sinceramente:

Luis Buñuel - Salvador Dalí

Comentarios

  1. Ya quisiera el gamberro mimado por el régimen del general gallego, llegarle, literariamente hablando, a Juan Ramón a la altura del calcetín. El joven Dalí tenía "a gala" practicar ese estilo provocativo que muchos adolescentes adoptan para hacerse notar, sin importarles el daño que puedan hacer a terceras personas.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tras ver los resultados cosechados, creo que no le fue mal.

      Un saludo, Cayetano.

      Eliminar
  2. Quizás el ataque directo es mejor...al menos sabes desde dónde vendrán los tiros...Las puñaladas traperas "políticas" ya ves como nos están dejando...

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todo ataque es el mejor... si tiene éxito. Eso no ha cambiado desde que se inventó la vida.

      Saludos

      Eliminar
  3. Ciertamente, nada hay tan rastrero como los primeros ejemplos citados, esas “personas” que consideras amigas o compañeras y que sibilinamene te utilizan para su propio beneficio. Y curiosamente, cuando entras tú en liza contra ellos, te tratan de desalmado porque embistes de cara. Curioso, cuanto menos, el ser humano. Pero hay que prevenirse muy firmemente porque en la actualidad, el quebranto de confianza y la traición parecen gratis. Gracias por la entrada

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene toda la razón. Tal vez le ayude echar un ojo a estos libros (hay extractos gratis): http://www.elartedelaestrategia.com/el_arte_de_la_ventaja.html

      Saludos

      Eliminar
  4. Siempre he preferido tratar con las personas inteligentes ya sea en el amor o en la guerra. Tratar con descerebrados como este debía ser sumamente cansado y la ventaja de tratar con un enemigo tonto muchas veces se vuelve inconveniente al hacer que te confíes en exceso. Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sabias palabras. Siempre he preferidos personas no tontas, para lo bueno y lo malo. De los tontos, cuanta mas distancia, mejor. Me causan pavor. Y cada día hay mas y se fomenta...

      Un saludo

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

Señoras, presten atención

Los hombres tienen dos razones principales para estar con mujeres: SEXO y AMOR.  Sin embargo, cuando se trata del matrimonio, la mayoría de los hombres no se casan por ninguna de esas razones. Se casan por ESTABILIDAD.  Ver Cómo ser el mejor amante Esto es lo que quiero decir: Un hombre puede amarte y no casarse contigo. Puede tener relaciones sexuales contigo durante años sin casarse contigo. Pero una vez que encuentre a alguien que traiga estabilidad a su vida, se casará con ella. Por "estabilidad" me refiero a "paz mental". He escuchado a hombres decir: "Amo a esta mujer, pero no creo que pueda pasar mi vida con ella". Cuando los hombres piensan en el matrimonio, no se enfocan en cosas como vestidos de novia o damas de honor, como lo hacen muchas mujeres. En cambio, piensan: "¿Puede esta mujer construir un hogar conmigo? ¿Puede cuidar de nuestros hijos y de mí? ¿Me traerá paz y consuelo?"  Ver Lo que nunca te enseñaron Los hombres quieren la p...

Hace un tiempo me enviaron esta curiosa historia

La profesora estaba siempre gritando: «¡Me vas a volver loca, Venancio! ¡Contigo ya no puedo más! ¡Venancio eres un inútil!». Un día, la madre de Venancio fue a la escuela para comprobar cómo le estaba yendo a su hijo. La profesora le dijo que su hijo era un desastre. Tenía las peores notas del colegio y que ella, en 25 años de enseñanza, nunca vio un niño tan torpe. La madre quedó tan apenada con esta sincera conversación que decidió retirar a su hijo Venancio de la escuela y se mudaron a Alemania para que Venancio estudiara en un centro especializado. Después de 25 años, a esta misma profesora le fue diagnosticada una grave enfermedad del corazón. Todos los médicos consultados coincidieron que necesitaba una cirugía muy delicada y costosa que solo un famoso médico español que vivía en Alemania podía hacer.  La profesora, ya sin esperanzas, decidió vender todo lo que tenía y con los ahorros de toda su vida, emprendió el viaje a Berlín para intentar la costosa cirugía que, finalmen...

Cómo se combatía el frío en la Edad Media

La Edad Media, un período histórico marcado por la escasez de tecnologías modernas, presentaba un desafío constante para combatir el frío. En ausencia de sistemas de calefacción centralizados y ventanas eficientes, la vida cotidiana se veía influenciada por las bajas temperaturas y las corrientes de aire persistentes. Las estrategias para mantener el calor en hogares y espacios habitables eran diversas y, a menudo, rudimentarias, reflejando la ingeniosidad y la adaptación de la sociedad medieval a las condiciones climáticas adversas.  Ver Lo que nunca te enseñaron Una de las primeras líneas de defensa contra el frío era la gestión de la luz y el aislamiento a través de las ventanas. En la mayoría de las viviendas, las ventanas eran pequeñas y, en lugar de vidrio, se cubrían con materiales como paños o pergaminos aceitosos. Esta solución buscaba equilibrar la necesidad de luz natural con la de mantener el calor en el interior, aunque sacrificando la visibilidad y la claridad. El vid...

La extraordinaria enfermedad del querubín

Descubre el querubinismo, una enfermedad genética que deforma la cara y desafía la vida diaria de los que la padecen Los querubines de Rafael, esos angelitos adorables, han dado nombre a una enfermedad llamada querubinismo. Esta condición genética se caracteriza por mandíbulas distendidas y ojos vueltos hacia arriba, similar a la apariencia de los querubines. Aunque el nombre puede sonar poético, la realidad de vivir con querubinismo es bastante desafiante. El querubinismo provoca deformaciones en la mandíbula que empeoran con el tiempo, lo que impide que los dientes crezcan correctamente. Esta condición también afecta a los ojos debido a la estructura facial alterada. La enfermedad suele manifestarse en la infancia y, a menudo, se descubre cuando se producen desalineaciones dentales. Para diagnosticar el querubinismo, se utilizan técnicas de imagen que permiten observar las deformaciones internas. Aunque puede ser una condición difícil de manejar, el conocimiento y la comprensión de l...