Seductor, Don Juan, mujeriego… Se llame como se llame, pone trampas, conoce los puntos débiles de su presa y va siempre en busca de un nuevo trofeo.
La historia de Don Juan, revisada por el psicoanálisis, dio nombre a esta patología predominantemente masculina: «donjuanismo». Vinculado al complejo de Edipo, el síndrome de Don Juan resulta en una necesidad compulsiva de seducir. ¿La meta? Despertar interés y admiración en todas las mujeres. ¿Por qué? Los mujeriegos patológicos no buscan emoción o pasión, sino reconocimiento.
26 señales que delatan al mujeriego |
“El deseo desenfrenado de agradar se basa en un defecto narcisista, una dependencia insaciable del otro”, asegura el psicoanalista Jean-Pierre Winter. Es la llamada del niño que realiza sus primeras hazañas y busca el asentimiento de su madre. A menudo están sufriendo de falta de confianza en sí mismos, estos hombres necesitan la mirada de los demás, la necesidad de despertar en la mujer el deseo de sentirse viva y reconocida.
¿Cómo reconocer a un mujeriego?
Para evitar que un seductor «en serie» te rompa el corazón, ¡es mejor aprender primero a desenmascararlo!
Un mujeriego necesita lucirse
Un seductor compulsivo no es necesariamente un canon de belleza, pero sabe exhibirse para impresionar sus conquistas. Es encantador repartiendo su dinero, vistiendo ropa de diseñado o usando un reloj llamativo. Si ejerce un trabajo con responsabilidades, también apostará por eso. Sabe cómo detectar cuándo una mujer es sensible a los signos externos de poder y éxito.
Un mujeriego hace buenos discursos para seducir
Siempre encuentra los cumplidos adecuados para llegar a los corazones y se las arregla fácilmente para saber lo que una mujer en particular necesita escuchar para estar encantada. Por ejemplo, si se trata de una mujer que es un poco redonda y la nota acomplejada, el mujeriego intentará tranquilizarla, diciéndole que ama a las mujeres reales, las que tienen formas.
Un mujeriego habla poco de él
Jugando al misterioso (y oscuro) tímido, el mujeriego busca crear intimidad con su “presa”, pero sin comprometerse. Es decir, logra hacernos hablar, nos empuja a revelarnos para establecer un clima de confianza. Sin embargo, no se abre por su lado…
Un mujeriego tiene muchos «amigos»
Están acostumbrados a tener una vida socialmente activa muy activa, especialmente con el sexo femenino. Su teléfono suena a menudo, reciben mensajes de texto a raudales, pero, curiosamente, el 99% son chicas… Dondequiera que vayamos con él, siempre se encuentra con un «amigo».
Un mujeriego rara vez está disponible
¡Programar una velada con él resulta ser un verdadero desafío ya que su vida social es muy agitada! El mujeriego se asegura de mantener sus conquistas al límite de su vida privada y evita presentárselas a sus familiares. Insidiosamente, mantiene el control. Puede, por ejemplo, cancelar una cita en el último momento por motivos falsos. Asimismo, nunca está disponible cuando se le ofrece una salida. Al final, es él quien decide todo el tiempo cuándo y dónde verse.
Un mujeriego no llama
¿Cómo funciona? Crea demanda. Por lo tanto, el Casanova hará todo lo posible para hacernos adictas, provocando la abstinencia. Por lo tanto, nunca llama y responde a nuestras llamadas telefónicas sino en cualquier otro momento. Además, no le gusta el teléfono, que es demasiado «íntimo». Prefiere los intercambios virtuales, a través de redes sociales o mensajes de texto.
Un mujeriego no se compromete
Que se diga, el seductor compulsivo huye del compromiso. La mayoría de las veces, solo ve a las mujeres como trofeos para agregar a su colección, para demostrarse a sí mismo que es el más fuerte y que nadie se le puede resistir. Una vez que ha pasado el período de seducción y ha tenido lo que quería, suele volver muy rápidamente a la búsqueda de nuevas presas.
Los chicos que tienen mucha experiencia con mujeres suelen sentirse muy cómodos con las mujeres, por lo que acercarse a ti o a tus amigas no es un problema para ellos. Son confiados, muy galantes, atractivos y tienen una alta autoestima.
La forma de hablar es una clara señal de que un hombre es un seductor, por eso está acostumbrado a usar las palabras adecuadas para ganarse a las chicas. Por supuesto, un mujeriego es absolutamente adorable: caballeroso, cariñoso, sensible… pero solo cuando está en privado contigo. En público, por el contrario, está un poco más distante. A menudo, te mantiene al borde de su vida personal, una que quizás no conozcas. SIGUE LEYENDO...
Me acabas de pillar. Y yo que iba de incógnito. Jejeje. Sigo en pausa estival, aunque de vez en cuando hago alguna incursión en los blogs ajenos. Un saludo.
ResponderEliminarYa lo siento, no te quería desenmascarar ni quitarte la mascarilla.
EliminarUn saludo y disfruta del veraneo.
Hola Carlos:
ResponderEliminarBueno... no cumplo criterios... así que quedo excluido del estudio
Saludos
Me alegro por ti, no es obligatorio el serlo. Tampoco yo lo soy, pero haberlos, haylos.
EliminarSaludos