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Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

Alejandro Magno y el liderazgo

Cierto es que el rey Filipo de Macedonia construyó una de las máquinas bélicas más eficientes de la historia y cierto es también que gracias a esto, su hijo Alejandro pudo alcanzar tan espectaculares éxitos.

Sin embargo, está máquina, este ejército, tan bien entrenado, no hubiese podido funcionar como lo hizo sin un buen líder. En su libro “Maestros de Mando: Alejandro, Aníbal y César”, el autor Barry Strauss compuso una lista de rasgos necesarios para un buen liderazgo y entre ellos están el juicio, la audacia, la agilidad, la estrategia y el terror. 

Alejandro Magno y el liderazgo
Alejandro, el heredero de Filipo, mostró todas esas cualidades. Una de sus más notables habilidades fue anticipar la estrategia de su oponente, a menudo atrayéndolo al terreno de su elección, esto fue visible en Gaugamela e Hidaspes. A lo largo de sus conquistas en Asia, Alejandro demostró además un talento innato para la improvisación.

Además de eso, el joven rey de los macedonios siempre tuvo el respeto de sus hombres y nunca traicionó su confianza mientras luchaba junto a ellos, comía con ellos y no se negaba a realizar los mismos sacrificios y compartir los mismos padecimientos. Célebre es la anécdota dónde se niega a beber agua cuando no había suficiente para todos. Sencillamente, los motivaba con el ejemplo. 

Como fue evidente en Gaugamela, antes de comenzar la batalla dio un discurso a sus tropas que Plutarco registró en su “Vida de Alejandro Magno”:

«…pronunció un larguísimo discurso a los tesalios y a los demás griegos, y cuando vio que le animaban a gritos para que los condujera contra los bárbaros, cambió su lanza a su mano izquierda, y con la derecha apeló a los dioses… orando ellos, si realmente había nacido de Zeus, para defender y fortalecer a los griegos... y después de mutuos estímulos y exhortaciones, la caballería cargó a toda velocidad sobre el enemigo con él a la cabeza...»

En su “Las campañas de Alejandro”, Arriano también cita a Alejandro mientras se dirigía a sus tropas:

«…nosotros los macedonios durante generaciones pasadas hemos sido entrenados en la dura escuela del peligro y la guerra. [El rey comparó los dos ejércitos, el de Macedonia y el de Persia] …y finalmente, ¿qué hay de los dos hombres en el mando supremo? Ustedes tienen a Alejandro, ellos a Darío.»

Alejandro, amaba y respetaba a sus soldados y sus vidas eran valiosas para él. Sus brillantes tácticas estaban orientadas a reducir en lo posible el número de bajas, algo que sus ellos apreciaron absolutamente.

En más de una oportunidad les hizo creer que tenía algo de “sobrenatural”, alegando parentesco con Aquiles primero y luego proclamándose hijo de Zeus Amón trás su experiencia en Egipto.

Tenía absoluta confianza en sí mismo. E incluso cuando se enfrentaba a desafíos severos, siempre encontraba la manera de superarlos. Como ocurrió en la Roca Sogdiana o la campaña afgana.

Alejandro tenía el genuino carácter de un líder. Nunca pidió a sus hombres que hicieran algo que el mismo no haría. Y con eso, el rey de los macedonios se ganó su afecto y admiración hasta el final.

El especialista en novela histórica militar Steven Pressfield expresa muy bien estás cualidades, cuando hace referencia a Leónidas de Esparta:

“Un rey no permanece dentro de su tienda mientras sus hombres se desangran y mueren en el campo. Un rey no cena mientras sus hombres pasan hambre, ni duerme cuando están de guardia sobre la muralla. Un rey no ordena la lealtad de sus hombres por miedo ni la compra con oro; se gana su amor con el sudor de su propia espalda y los dolores que soporta por ellos. Lo que comprende la carga más dura, un rey se lanza primero y se retira en último lugar. Un rey no exige el servicio de aquellos a quienes dirige, sino que se los proporciona... Un rey no gasta sus bienes para esclavizar a los hombres, sino que con su conducta y ejemplo los hace libres”. ― Steven Pressfield, Puertas de fuego.

Comentarios

  1. Quisiera saber si algun lider en la primera y segunda guerras mundiales ha mostrado el liderazgo de Alejandro Magno

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  2. La "democracia" destruyo esos principios. Los Presidentes, El GOP, los senadores y diputados deberian ser los primeros en estar al frente de cada guerra junto con su ministro de guerra. y sin ser protegidos por nadie.

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  3. Alejandro el Magno pesaba bien en la epoca que vivió, tenía la facilidad de hablar en congluencia y actuaba con el ejemplo; TODO UN LIDER

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