Ir al contenido principal

Buscador

¿Se pueden perdonar los traumas de la infancia?

Los traumas de la infancia no se pueden olvidar. Nos persiguen todo nuestro camino adulto. 

Estas son heridas emocionales intensas que debemos aprender a identificar y luego sanar.

¿Se pueden perdonar los traumas de la infancia?
¿Se pueden perdonar los traumas de la infancia?

¿Podemos perdonar los sufrimientos pasados? Cuando lo imperdonable nos asalta por completo toda la vida y no parece que se nos presente salida. Hay cicatrices que nunca sanan. 

Todo lo que se necesita es un recordatorio, un tirón para que se convierta en un agujero abierto donde nos perdemos. ¿Podemos olvidar el dolor y ofrecerle un perdón en la redención?

¿Qué pasaría si nuestros traumas de la infancia fueran parte de la vida no para castigarnos sino para empujarnos en el camino hacia la comprensión de nuestra relación con nosotros mismos, con los demás, con el mundo que nos rodea? No se trata de negar el dolor inconmensurable que algunos de vosotros habréis experimentado, sino de encontrar esa llave que os permitirá seguir adelante.

Como la naturaleza, hay un tiempo y un proceso para todo. Hacer todo para olvidar, hacer todo para vengarse, hacer todo para matarnos por dentro, sigue siendo uno de los actos más devastadores para nuestra evolución humana. Esta no será la solución liberadora.

La resiliencia como respuesta, liberación, cambio necesario para superar el dolor. Hacer del trauma un espacio sagrado en nosotros donde todo nos conecta con lo que la vida nos manda a cambiar y volar hacia la génesis de nuestra identidad.

¿Qué son los traumas de la infancia?

Los traumas de la infancia no se pueden olvidar. Nos persiguen todo nuestro camino adulto. Estas son heridas emocionales intensas que debemos aprender a identificar y luego sanar.

Estos traumas infantiles nos quiebran en nuestra construcción de niños. Dejan cicatrices que nos impiden crecer serenamente. Es como si nos hubieran cortado las raíces. Sin estos, nada puede crecer y abrirse a la luz del sol.

Hoy en día, hay un 78% de niños que han sufrido un trauma.

Los traumas infantiles son difíciles de perdonar porque afectan nuestra psicología. Hablamos entonces de trauma psicológico. Se definen como un evento que genera dolor, fragilidad, impotencia total para reaccionar. Estos traumas son poderosos porque modifican inevitablemente la vida psíquica de un hombre, de una mujer que ha mantenido herido en él a ese pequeño niño interior.

¿Se pueden perdonar los traumas de la infancia?

Aquí están los 10 traumas de la infancia:

  1. El evento traumático que puso en peligro tu vida. Los accidentes y las enfermedades son traumáticos y nos dejan una huella de supervivencia en el peligro.
  2. La violencia física y psicológica afecta nuestra autoestima, nuestra relación con los demás y con el mundo. Se ha perdido la confianza.
  3. Los micro-traumas son causados ​​por pequeños eventos que han despertado heridas en tu alma (herida de abandono, rechazo entre otras). El evento puede no ser catastrófico como el evento traumático que puso en riesgo su vida, pero tiene los mismos síntomas.
  4. Los traumas emocionales están presentes a lo largo de nuestra vida y cuando somos niños, nuestra memoria retiene esta herida y nunca nos abandona realmente. Una situación, una persona podrá despertar esos traumas emocionales que ponen a prueba tu sensibilidad, tu autenticidad en ese momento.
  5. La falta de amor en la infancia crea un trauma infantil que te hará dependiente en tu vida adulta. En efecto, una madre que es la figura protectora debe ofrecer seguridad emocional y si no cumple con este rol, el niño sentirá toda su vida un vacío por llenar. Es el abandono durante la infancia lo que crea este dolor inconmensurable y que constantemente buscaremos encontrar. Se sentirá un sentimiento de miedo en cada una de sus relaciones. Esta prisión interior es pesada de soportar.
  6. Rechazo: Si fuiste rechazado en tu infancia por tus padres por diversas razones. Desarrollarás una sensación de soledad frente a la vida. Buscarás permanecer aislado.
  7. Injusticia: Si durante tu niñez creciste en un ambiente donde la injusticia constantemente te apartaba, te trataba con constante diferencia, esta herida emocional creará un sentimiento de inseguridad adulta. Te costará confiar en los demás. De manera similar, si cuando eras niño te hicieron promesas que no cumpliste, llevarás contigo esta creencia de que el mundo no es confiable.
  8. Humillación: un niño que sufre humillaciones en casa o en la escuela a través de burlas o acoso crecerá con una autoestima debilitada y magullada.
  9. Miedos: por extraño que parezca, un niño al que se le ha impedido tener miedo a la oscuridad o a lugares o personas desconocidos crecerá con miedo en el estómago tan pronto como ocurra un cambio en su vida adulta.
  10. Violencia doméstica: los azotes, las bofetadas son formas de violencia nocivas para el desarrollo del niño. Esta violencia hace nacer en el niño la certeza de que todo conflicto, toda oposición se gestiona con violencia. Cuando el niño se haga adulto, también él será violento en sus conflictos.
Los traumas de la infancia son pesados ​​de soportar. Incluso sucede que algunos adultos han dejado esta herida infantil en un rincón silencioso de su alma sin atreverse a hablar de ello.

Algunos adultos incluso se han dado cuenta de un trauma infantil años después porque su memoria había enterrado este recuerdo doloroso. Todo lo que se necesitó fue un evento para traerlo de vuelta a la vida.

En su libro "Réquiem por los dioses", Christian Gobyn Degraeve nos adentra en su saga familiar que revela a Charles, este personaje que satisfará su sed de poder aunque signifique quemar las alas de sus propios hijos. ¿Quién se convierte entonces en el herido, que busca transmitir una herida infantil? Es la historia de una familia sacudida que estamos presenciando como lectores.

Por lo tanto, hay signos en el comportamiento de los adultos que son indicativos de un trauma infantil.

¿Cómo sabes si tuviste un trauma infantil?

Has perdido interés en la vida. Estás gritando dentro de ti. La vida te toca y sientes que luchas sin parar. Como un pájaro con las alas rotas te quedas en el suelo. Tienes un sentimiento de odio hacia ti mismo.

Tu autoestima está destrozada. Los patrones se repiten. Haces el mismo tipo de encuentro tóxico o te encierras en un papel de salvador para que otros sobrevivan. No te cuidas y dejas que esas cicatrices te devoren.

Aquí hay 5 comportamientos típicos de las personas que han tenido un trauma infantil:

  1. Disociación del yo: Las personas que dirán que tienen este sentimiento de haber perdido una parte de sí mismas, en realidad han escondido en una parte de su ser la parte vinculada al trauma infantil. La persona se disocia completamente de sí misma.
  2. Infancia perdida: Las personas que dicen no tener muchos recuerdos del pasado o solo algunos retazos o que no pueden hablar de su infancia muestran que han sufrido una lesión infantil y que han querido negarlo por completo borrando su historia.
  3. Relaciones solitarias y tóxicas: El amor va a ser complicado para estas personas. Tardarán mucho en encontrar a la persona que responda a su alma, a su eco del corazón ya su historia. Algunos se aislarán y preferirán estar solteros en lugar de comprometerse en una relación en la que tendrán que involucrarse. Una persona que ha vivido un trauma también buscará su parte traumatizada en la otra persona y esto le llevará a relaciones tóxicas y de dependencia. Como esta herida de la infancia no se ha curado, siempre se encontrará en estas relaciones repetidas y tóxicas.
  4. El complejo de Cenicienta: pienso en los demás y no en mí. Cuido a los demás y no me cuido a mí mismo. La persona que ha experimentado un trauma infantil tendrá este comportamiento dañino de evitarse a sí mismo por completo. Dejará que otros sean felices antes que ella. Cuidar de los demás es huir del propio ser. Es abandonarse por los demás. Significa evitar cualquier introspección que pueda traerte de vuelta a tu dolorosa experiencia.
  5. El silencio de las emociones: Habiendo experimentado un trauma infantil, estas personas una vez adultas pueden negar por completo sus emociones; esas emociones que no tenían lugar en la infancia.
Todos estos traumas infantiles conducen a conductas adultas que a veces son complicadas de reparar, de reconstruir. Estos traumas pueden afectar nuestro bienestar, nuestro equilibrio psíquico y psicológico. Crecer con deficiencias y tratar de salir adelante como adulto sin culpar al mundo puede ser doloroso.
¿Se pueden perdonar los traumas de la infancia?

A la pregunta: ¿se puede perdonar el trauma infantil?

La respuesta está en sí misma. Está en el corazón de nuestro proceso personal e íntimo para lograr nuestra identidad primaria. Se encuentra en nuestra profunda resiliencia que tendremos que volver a invitar a su estela para poder vivir.

¿Cómo superar estos traumas del pasado?

Perdonar el trauma de la infancia

Algunos te dirán que es imposible perdonar lo imperdonable. Pero perdonar no significa perdonar comportamientos sino perdonar lo que la vida me ha arrojado.

  • Este perdón salvador no es fácil y se da en varias etapas:
  • El reconocimiento de tu trauma infantil: como toda herida, primero hay que identificarla.
  • La aceptación de tu trauma infantil: si permaneces en la negación, el olvido o el rechazo de este trauma, no podrás transitar por el camino de la sanación. Tienes que aceptar lo que te pasó.
  • El proceso de liberación: cualquier terapia te ayudará a superar este trauma, pero tendrás que encontrar aquella que te acompañe en este dolor y que haga de él un apoyo para transformarte. La terapia de escritura es un enfoque que sin duda te ayudará en este proceso de liberación.
  • El Espacio Sagrado del Trauma: No se trata de honrar el trauma como algo inevitable en tu vida, sino de ver esta prueba como una fortaleza para construir tu resiliencia, para encontrar tu “yo”, tu identidad. No hay explicaciones para todo. La injusticia, la ira, el pavor son todas respuestas a estos traumas infantiles que permanecerán en una muerte para ti.

La naturaleza es un buen ejemplo para nosotros, cualquier desastre, cualquier muerte, cualquier inversión, cualquier cambio conduce a un renacimiento, a una vida. El espacio sagrado anida dentro de nosotros más cerca de nuestro corazón. Mantente conectado con tu vida, con tu poder de cambio y transformación.

El perdón no es el acto más fácil en caso de sufrimiento. Rápidamente nos dejamos abrumar por el exterior en lugar de regresar a nuestro interior y sus muchos recursos sagrados. No tengas miedo de acercarte a este poder curativo. La atención, la comprensión que traerán hacia ustedes, así como los lazos benévolos y consoladores, son fuerzas que deben ser honradas y consideradas en nuestro progreso y nuestro descubrimiento sin fin del hombre o la mujer que somos.

Te puede interesar El trauma visto por los niños. Despertar el milagro cotidiano de la curación desde la infancia hasta la adolescencia


Comentarios

Entradas populares de este blog

La testosterona

La testosterona es una hormona que se produce en los testículos de los hombres y en los ovarios de las mujeres, aunque en menor cantidad.  La testosterona es la hormona que regula el deseo sexual. Si tenemos en cuenta que las mujeres producen entre 0,1 y 0,4 mg al día frente a los hombres que lo hacen entre 5 y 7 mg diarios, entenderemos porque la mujer es más emocional y el hombre es más sexual. Ver  Suplementos de testosterona: todo lo que necesitas saber Normalmente la mujer pone el foco en el amor y el hombre en la sexualidad; por supuesto y como en todo, hay excepciones. Por este motivo la forma de llegar a la sexualidad de la mujer será darle muchos detalles de amor, mientras que al revés para que nazca el deseo de amar en un nombre será necesario que sexualmente se sienta satisfecho. Por supuesto esto no es una receta, ni debe ser una obligación, pero conocernos nos ayuda a entendernos y a satisfacernos. La testosterona es una hormona que se produce en los testículos de los homb

¿Eres de los que le pasa el plato al mesero?

Un gesto que algunos hacemos de forma natural, sin pensarlo. La publicación original fue escrita por el profesor y escritor Enrico Galiano BASADO EN UNA HISTORIA REAL. Serví como camarero durante once años. Entre las muchas cosas que he aprendido está, que el mundo se divide en dos categorías: 1.- los que pasan el plato al camarero, y 2.-los que no pasan el plato al camarero. Ver  Algunas reglas sociales que pueden ayudarte Los que te pasan el plato son los que te ven, se dan cuenta que estás ahí. Normalmente incluso dicen "GRACIAS, como si les estuvieran haciendo un favor. Un gesto gratis, no cuesta nada. Pero un gesto que lo dice todo. Siempre me han encantado los que te pasan su plato porque casi siempre son personas con humildad , reconocen tu dignidad, no tratan al camarero como a un siervo, saben cuánta suerte hay en estar sentados ahí comiendo y disfrutando. En mi vida me encontré en la mesa con mucha gente: escritores, políticos, a veces incluso personajes de televisión, y

La amante

Unos años después de que yo naciera, mi padre conoció a una extraña recién llegada a nuestro pequeño pueblo. Desde el principio, mi padre estaba fascinado con esa encantadora novata y luego la invitó a vivir con nosotros. La extraña aceptó y, sorprendentemente, ¡mi madre también! Mientras crecía, en mi mente joven, ella ya tenía un lugar muy especial. Mi madre me enseñó lo que era bueno y lo que era malo y mi padre me enseñó a obedecer. Pero la extraña era más fuerte, nos encantó durante horas hablando de aventuras y misterios. Ella siempre tenía respuestas a cualquier cosa que quisiéramos saber. ¡Sabía todo del pasado, del presente e incluso podía predecir el futuro! Lo molesto era que no podíamos estar en desacuerdo con ella. ¡Ella siempre tuvo la última palabra! Ella fue quien llevó a mi familia al primer partido de fútbol. Nos hizo reír y llorar. La extraña casi nunca dejaba de hablar, pero mi padre la amaba. Mi madre que incluso estaba celosa, nos dijo

Gemidos

Los gemidos de las mujeres durante el sexo se conocen como respuesta copulatoria femenina. Ver  10 verdades sobre el sexo de las que nunca hablamos La respuesta copulatoria femenina es, de hecho, un aspecto intrigante del comportamiento humano. Aunque es un fenómeno bien conocido, todavía hay desacuerdo sobre su ascendencia evolutiva. Según algunos académicos, podría haber evolucionado como un medio para que las mujeres indicaran su preparación para la actividad sexual y para mejorar sus probabilidades de tener hijos. Es interesante pensar que el sonido de los gemidos puede ser antiguo. Históricamente, a las mujeres se les ha exigido que permanezcan mudas durante el sexo en varias sociedades, ya que vocalizar el placer de una persona se consideraba inmoral o humillante. Sin embargo, la vocalización durante el coito se promovió activamente en algunas culturas, como la antigua China y Japón, como un método para mejorar la experiencia de ambos miembros de la pareja. Independientemente de

Te llevara 3 minutos leer y te servirá para toda la vida

Este es un ensayo de Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y el fundador de la disciplina; que conocemos hoy como Logoterapia. No eres Tú, soy Yo... ¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?... Ver  Cómo mejorar tu vida en 7 pasos ¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?... ¿Culpables? Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes. Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permi