Hay un truco psicológico increíblemente simple pero efectivo que utilizo constantemente, tanto en mi vida personal como profesional: se llama silencio estratégico.
Consiste en callar deliberadamente en determinadas situaciones. Por ejemplo, cuando le haces a alguien una pregunta difícil o estás negociando algo, en lugar de llenar el vacío con palabras innecesarias, te quedas en silencio y observas. Ver Las 20 leyes de la astucia
Este breve momento de silencio a menudo genera una ligera tensión psicológica en la otra persona, que se siente presionada a hablar más o a revelar información que quizás no tenía intención de compartir. Funciona como por arte de magia. Lo aprendí durante unas prácticas de mediación hace años y desde entonces lo he estado aplicando sin parar. Ver El poder de tu mente
Recuerdo un día que estaba discutiendo con un colega sobre un proyecto en el que no lográbamos ponernos de acuerdo. En lugar de argumentar sin fin, simplemente expresé mi opinión con calma y luego guardé silencio. Él comenzó a justificarse, a reformular sus ideas y, finalmente, fue él quien propuso una solución intermedia mucho mejor. El silencio lo impulsó a reflexionar y a salir de una postura defensiva.
Así que sí, es un truco sencillo, pero se basa en un principio sólido: a la gente no le gusta el vacío, especialmente en una conversación importante. Si dominas el arte de guardar silencio en el momento adecuado, obtendrás control, claridad y, a menudo, mejores resultados. ¡Pruébalo, verás qué increíble es!
¿Te animarías a probar esta técnica en alguna de tus conversaciones? Ver Lo que nunca te enseñaron
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