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¿Qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos?

Qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos es una pregunta tan oída que empiezo a pensar que aunque vale para nada, todo el manso rebaño la hace suya. Menos la gente como yo que la respuesta les importa un carajo. Gente que la hay, y más de la que te imaginas. Qué mundo le vamos a dejar a nuestros me deja indiferente porque para empezar no tengo hijos (que yo sepa), ya que consideré que no era obligatorio. ¿Qué mundo le vamos a dejar a nuestros hijos? No te preocupes, tu deber como persona es hacer bien tu parte, si ya lo has hecho, el mundo de tus hijos no depende de ti. Siempre me ha ido muy bien al saltarme las reglas no escritas de la sociedad: hazte un tatuaje (o más), cásate, ten un hijo, ten la parejita, ten una hipoteca, cómprate una casa, sé ambicioso, mantente en forma y ve al gimnasio, si no votas no opinas, cambia de coche y de smartphone cada poco tiempo, corre porque está de moda, adquiere muchas cosas, y pendejadas por el estilo. Sin ser estridente ni e

Lo que no te contaron del rebaño

Hace ya mucho tiempo me dijo una persona que investigara cuantas de mis ideas eran mías y cuantas impuestas o imbuidas por otros. Lo hice y sigo en ello, ahora mismo creo que me sobran dedos en mi cuerpo para contar las ideas que considero propias. Haz la prueba si te atreves, es una buena cura de humildad mental y una forma excelente de conocerse a uno mismo.  Sé que muchos no se van a atrever, porque muy en el fondo de su mente saben que así se pierde la fe en sus creencias religiosas o políticas, que como todo el mundo sabe son las verdaderas y las demás, falsas y ridículas, como alguien les explicó en su día. Lo que no te contaron del rebaño ¿Es bueno o malo hacer esta discriminación entre las ideas propias y las ajenas? Pues ambas cosas, diría yo. La educación consiste precisamente en imbuir ideas al niño que fuimos para adquirir conocimientos y desenvolvernos en la sociedad. El niño acepta sinceramente lo que viene de sus padres, aprendiendo sobre todo de lo que ve a

¿Ajustando tu mente ?

Resulta que un trabajo publicado en la revista 'Neuron' describe los procesos que tienen lugar en nuestro cerebro cuando nos damos cuenta de que nuestras respuestas no coinciden con las del grupo y cómo estos determinan que digamos, al final, lo que dice la mayoría. Pues mi cerebro debe ser de otra pasta o estar defectuoso. Las masas, mayorías y demás borregadas no son lo mío, tal vez sean lo de Usted, pero a mí, la opinión del grupo me deja indiferente. No me creo superior al resto, ni creo ser asocial, pero esto es lo que hay. Pienso que toda la comida de coco del trabajo en equipo, tal y como se vende ahora, es mas de lo mismo. Además, me consta que no soy el único que así lo cree. Se empieza dando la misma respuesta que el grupo y se acaba aborregado. Una cosa es comportarse en sociedad y otra ser masa. Pero es lo que hoy, ¿sólo hoy, antes no era así?, se lleva. Las frases del tipo de que la mayoría no se equivoca y chorradas semejantes me ponen los pelos de punta. Actua