Tantas personas que pelean y pelean en un mismo lugar por defender tener la razón, y es el ego el que la reclama, muchas veces todos nos dejamos atrapar en discusiones absurdas. En la vida cotidiana, es común encontrar personas inmersas en discusiones acaloradas, defendiendo vehementemente sus puntos de vista. Ver Tener razón y discutir La raíz de muchas de estas confrontaciones es el ego, una parte de nosotros que clama por tener la razón y que, en su insistencia, nos atrapa en una espiral de conflictos sin sentido. Esta tendencia a buscar validación externa puede ser perjudicial, ya que, en lugar de ganar algo valioso, a menudo terminamos perdiendo nuestra paz interior. La ilusión de la victoria Cuando nos encontramos peleando por tener la razón, debemos preguntarnos: ¿qué inseguridad subyacente nos impulsa a buscar esta victoria? ¿realmente creemos que obtener la aprobación de los demás nos hace superiores? La realidad es que, aunque nos den la razón, no obtenemos ningún beneficio