La eugenesia, como teoría social predominante en muchos ámbitos entre el siglo XIX y XX, impregnó gran parte del pensamiento occidental. Se planteó una selección de las personas más sobresalientes para que procrearan entre ellas y así lograr una sociedad más justa y libre de “enfermedades” sociales.
Por otra parte, se ideó un sistema “activo”, por el que los vagos, pobres, locos, violadores, asesinos, ladrones, mujeres de “mala” vida, débiles mentales, enfermos crónicos, como epilépticos, deficientes físicos y mentales… simplemente desaparecieran, impidiendo que se reprodujeran, por medio de esterilización o, en los casos más extremos, utilizando el asesinato “social” en masa.
Toda esta terrible locura se basó en la “ciencia”, esto es, en las ideas de una serie de exaltados que ni tenían base alguna ni la intentaron buscar. Ciertamente, las tesis eugenésicas se basaban en curiosos estudios que, de científico, no tenían nada. El deseo era perpetuar y mejorar a las clases acomodadas, eliminando de paso a la “crápula” social que les rodeaba, así que argumentos tampoco es que necesitaran muchos. ¿Dónde sucedió todo esto? Naturalmente, lo que a la gente le viene a la mente son los nazis, pero la eugenesia practicante tuvo gran extensión y éxito en Estados Unidos, Gran Bretaña, Suiza, Suecia… En realidad, prácticamente todo occidente se apuntó a esta locura. Ya en 1907 se creó en Londres la Eugenics Education Society, llegando a ser socio de honor de la misma Sir Winston Churchill. Ese mismo año se promulgaron en los Estados Unidos diversas leyes, que fueron seguidas por otras en el mismo país y en muchos lugares de Europa, en las que se planteaba la esterilización activa para ciertos grupos sociales, así como la limitación de la inmigración de personas procedentes de algunos lugares “perniciosos” o que presentaran caracteres “degradados”.
Buen ejemplo tomaron los nazis. En Mein Kampf, Adolf Hitler agradece a los eugenistas norteamericanos el haberle dado grandes ideas. Todos sabemos cómo terminaron aquellas “genialidades” del loco de Adolf. En Alemania se introdujo la higiene de la raza, encaminada a mejorar la raza aria y eliminar cualquier “peligro” para la misma, esto es, se crearon, a través de su política de rassenhygiene, centros especiales en los que muchos miembros de las SS poco menos que sirvieron de sementales y madres de alquiler para engendrar hijos que eran educados en comunidad. También se alentó el crecimiento de las “buenas” familias alemanas, mientras en asilos y centros de internamiento para deficientes mentales se ideó la cámara de gas como solución “higiénica”.
Al mismo tiempo, en Suecia y otros países de Europa, se esterilizó sistemáticamente a grandes grupos de población, para “impedir” que extendieran su “pésima” semilla social. Así, se esterilizó a personas con epilepsia, deficientes mentales, gentes con escasos recursos económicos, a los que se acusaba de su pobreza porque se les consideraba “vagos” y por ello no debían procrear… el catálogo de atrocidades es demasiado largo, como también es largo el olvido voluntario sobre esta oscura etapa de nuestra historia. Curiosamente, no puede decirse que la eugenesia fuera un gran éxito en España. Como dato interesante, decir que el Primer Curso Eugenésico Español, celebrado en 1928, se suspendió a raíz de un mandato de Primo de Rivera, al ser calificado como inmoral y contrario a la institución familiar.
Se practicó por parte de los dirigentes de la Unión Soviética, pero también por gobiernos “moderados” y democráticos en Suecia o Suiza. En Estados Unidos fue ampliamente abrazada por la izquierda. Esto nos demuestra que la irracionalidad habitaba en prácticamente toda clase o tendencia política. Así pues, basándose en unas presuntas “pruebas” científicas que jamás se presentaron, se dictaron leyes tan denigrantes como la Ley de Inmigración Johnson-Reed, en los Estados Unidos, una ley que llevó a los campos de concentración alemanes a cientos de judíos porque les impidió conseguir papeles para emigrar al Nuevo Mundo al considerarlos “impuros” o “contaminantes”.
Para ver el artículo completo en http://www.alpoma.net/tecob/?p=581
¿Le suena la suma de ciencia + política = desastre gigantesco? Pues observe el presente y vea cómo "cambia el clima". Todo esto, por su bien.
Tenga cuidado con lo que cree, tal vez esa idea no sea suya...
Eugenesia |
Toda esta terrible locura se basó en la “ciencia”, esto es, en las ideas de una serie de exaltados que ni tenían base alguna ni la intentaron buscar. Ciertamente, las tesis eugenésicas se basaban en curiosos estudios que, de científico, no tenían nada. El deseo era perpetuar y mejorar a las clases acomodadas, eliminando de paso a la “crápula” social que les rodeaba, así que argumentos tampoco es que necesitaran muchos. ¿Dónde sucedió todo esto? Naturalmente, lo que a la gente le viene a la mente son los nazis, pero la eugenesia practicante tuvo gran extensión y éxito en Estados Unidos, Gran Bretaña, Suiza, Suecia… En realidad, prácticamente todo occidente se apuntó a esta locura. Ya en 1907 se creó en Londres la Eugenics Education Society, llegando a ser socio de honor de la misma Sir Winston Churchill. Ese mismo año se promulgaron en los Estados Unidos diversas leyes, que fueron seguidas por otras en el mismo país y en muchos lugares de Europa, en las que se planteaba la esterilización activa para ciertos grupos sociales, así como la limitación de la inmigración de personas procedentes de algunos lugares “perniciosos” o que presentaran caracteres “degradados”.
Buen ejemplo tomaron los nazis. En Mein Kampf, Adolf Hitler agradece a los eugenistas norteamericanos el haberle dado grandes ideas. Todos sabemos cómo terminaron aquellas “genialidades” del loco de Adolf. En Alemania se introdujo la higiene de la raza, encaminada a mejorar la raza aria y eliminar cualquier “peligro” para la misma, esto es, se crearon, a través de su política de rassenhygiene, centros especiales en los que muchos miembros de las SS poco menos que sirvieron de sementales y madres de alquiler para engendrar hijos que eran educados en comunidad. También se alentó el crecimiento de las “buenas” familias alemanas, mientras en asilos y centros de internamiento para deficientes mentales se ideó la cámara de gas como solución “higiénica”.
Al mismo tiempo, en Suecia y otros países de Europa, se esterilizó sistemáticamente a grandes grupos de población, para “impedir” que extendieran su “pésima” semilla social. Así, se esterilizó a personas con epilepsia, deficientes mentales, gentes con escasos recursos económicos, a los que se acusaba de su pobreza porque se les consideraba “vagos” y por ello no debían procrear… el catálogo de atrocidades es demasiado largo, como también es largo el olvido voluntario sobre esta oscura etapa de nuestra historia. Curiosamente, no puede decirse que la eugenesia fuera un gran éxito en España. Como dato interesante, decir que el Primer Curso Eugenésico Español, celebrado en 1928, se suspendió a raíz de un mandato de Primo de Rivera, al ser calificado como inmoral y contrario a la institución familiar.
Se practicó por parte de los dirigentes de la Unión Soviética, pero también por gobiernos “moderados” y democráticos en Suecia o Suiza. En Estados Unidos fue ampliamente abrazada por la izquierda. Esto nos demuestra que la irracionalidad habitaba en prácticamente toda clase o tendencia política. Así pues, basándose en unas presuntas “pruebas” científicas que jamás se presentaron, se dictaron leyes tan denigrantes como la Ley de Inmigración Johnson-Reed, en los Estados Unidos, una ley que llevó a los campos de concentración alemanes a cientos de judíos porque les impidió conseguir papeles para emigrar al Nuevo Mundo al considerarlos “impuros” o “contaminantes”.
Para ver el artículo completo en http://www.alpoma.net/tecob/?p=581
¿Le suena la suma de ciencia + política = desastre gigantesco? Pues observe el presente y vea cómo "cambia el clima". Todo esto, por su bien.
Tenga cuidado con lo que cree, tal vez esa idea no sea suya...
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