Todos nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida a al escrutinio de los demás. Aquí verás 6 consejos para aprender a despegarte de la mirada ajena
Nos guste o no, absolutamente todos nosotros, a lo largo de nuestra vida, nos enfrentamos a al escrutinio de los demás. Esta mirada no siempre es amable con nosotros y a menudo dificulta nuestra relación con nosotros mismos.
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Sin embargo, es esencial aprender a domarlo, a vivir con él e incluso a desvincularte por completo de él a lo largo de los años si quieres vivir una vida sana y plena, libre de todas las ansiedades y nudos cerebrales a los que nos podemos acostumbrar preguntándonos qué pensarán los demás de nosotros.
Porque tratar de vivir constantemente de acuerdo con los ojos de los demás simplemente no es sostenible: es incluso la mejor manera de evitar pura y simplemente ser tú mismo, encontrándote rápidamente paralizado por el miedo al juicio ajeno y evitando cualquier cosa que pueda hacernos felices o ser consecuentes con nuestros valores con el pretexto de que los demás nos critiquen por ello.
Para acabar con estos reflejos asfixiantes y aprender a despegarte de la mirada ajena, puedes empezar por:
1. Intenta siempre volver a centrarte en tus propios principios y comprueba que estás actuando sólo de acuerdo con tus deseos.
2. Comprender que la opinión de los demás está directamente ligada a su propia historia, a sus creencias, a sus vivencias, a su camino, y es fruto de la reflexión que han realizado a lo largo de su vida… que no tiene absolutamente nada que ver con el tuyo, o con tus propios principios y valores.
3. Confiar en ti mismo y creer en ti mismo. Sólo tú sabes lo que es bueno para ti, lo que coincide con tus valores, lo que tiene sentido para ti. Nadie debería importar más que tu propia opinión.
4. Conócete. Cuanto más sepas lo qué es importante para ti, qué te gusta, qué quieres hacer, cuáles son tus necesidades o cómo quieres alimentarlas, más fácil te resultará posicionarte y luego asumir todas estas elecciones.
5. Acepta que nadie es perfecto todo el tiempo y que todos cometemos errores. Así tendrás menos miedo de hacer lo que creas, de ser juzgado por ello y la mirada de los demás será mucho más fácil de soportar, incluso cuando no estés en una situación de éxito o tu nivel de confianza en ti mismo no esté a un buen nivel.
6. Date cuenta de que no puedes complacer a todos. Aunque hagas las cosas a la perfección, con las mejores intenciones, siguiendo lo que crees que respeta los valores universales, siempre te encontrarás frente a personas que no comparten el mismo punto de vista que tú... y eso es completamente normal. Esto no es un fracaso de ninguna manera, no es un problema o un error, ocurre simplemente porque todos somos diferentes y, por lo tanto, todos tenemos diferentes puntos de vista sobre cada situación.
Al aceptar estos diferentes puntos, rápidamente lograrás tomar más distancia de la mirada de los demás, y por lo tanto lograrás despegarte por completo de ella, al menos hasta que ya no te impida actuar como mejor te parezca, de acuerdo a tus valores y a lo que tiene sentido para ti.
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