El "stealthing" es una práctica sexual profundamente problemática que viola la integridad y el consentimiento de una persona.
Consiste en retirar o dañar un condón durante las relaciones sexuales sin el conocimiento o autorización de la pareja, exponiendo al otro a riesgos de embarazo no deseado y potenciales enfermedades de transmisión sexual.
Esta conducta representa una forma de agresión sexual que trasciende los géneros, pudiendo ser practicada tanto por hombres como por mujeres. No se trata simplemente de una transgresión ética, sino de un acto que puede considerarse un delito en algunas jurisdicciones, dado que vulnera la autonomía y seguridad del otro.
Los casos documentados revelan situaciones donde la motivación puede ser diversa: desde el deseo de embarazar sin consentimiento hasta la búsqueda de control sobre la pareja. Lo más preocupante es la premeditación y la voluntad deliberada de causar daño, como sucedió en el caso alemán donde una mujer perforó condones para forzar una relación.
La sociedad está comenzando a reconocer la gravedad de estas acciones, estableciendo marcos legales que protegen a las víctimas independientemente de su género. Es fundamental visibilizar que cualquier persona puede ser objeto de este tipo de violencia sexual y necesita apoyo y comprensión.
La educación sexual integral, el respeto mutuo y el consentimiento explícito son herramientas fundamentales para prevenir estas prácticas dañinas que atentan contra la libertad y dignidad sexual de las personas.
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