“Tiene una mente ganadora, todo le sale bien”. Si a ti también te gustaría que la gente dijera eso de ti, aquí hay algunos ejercicios para hacer.
La confianza en uno mismo, el optimismo, la determinación y la energía son las claves del éxito, tanto personal como profesional.
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Pero si algunos tienen una fuerte habilidad para ver el vaso medio lleno y quieren volver a llenarlo, otros necesitarán entrenarse. Aquí hay algunas herramientas para avanzar y multiplicar los éxitos.
Haz un balance de tus fortalezas
Tú eres único. En este mundo, no hay dos como tú y tus cualidades son preciosas. ¿Lo sabes pero no te convence? Para convencerte de esto, toma un lápiz, una hoja de papel y piensa en las muchas cualidades y bienes que componen tu personalidad.
No necesariamente vendrán de inmediato, pero cuanto más pienses en ellos, más se te impondrán. También ten en cuenta tus debilidades, no deben ser ignoradas u ocultadas en absoluto, ¡sino que deben ser superadas! Y sólo enfrentándolas sacarás las fortalezas que te darán confianza en ti mismo y en tu suerte.
Visualiza tu próximo éxito
¿Sabes que, para tu cerebro, triunfar o imaginarte triunfar es exactamente lo mismo? Se liberan las mismas hormonas y las conexiones neuronales son idénticas.
Visualizar el éxito ya es tener éxito, se podría decir. Y para que esta victoria sea más probable y trasladable a la realidad, imagina también el camino que debes recorrer para alcanzarla. Imagínate superando dificultades para finalmente obtener el resultado que deseas. Gracias a este método ganarás confianza en ti mismo y tendrás una mente totalmente dirigida hacia el objetivo a conseguir.
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Haz un balance de tus éxitos
Los grandes éxitos están hechos de pequeñas victorias cotidianas. Hay un ejercicio que te permitirá visualizar mejor estas conquistas y usarlas como trampolín todos los días: el de inventariar tus éxitos.
En pocas palabras, usa un cuaderno en el que, todas las noches, anotarás tus victorias del día. No tienen que ser importantes, puede ser una entrevista que salió bien, una lista de tareas pendientes que se completó a tiempo o incluso una temida reunión que finalmente terminó bien. Anótalas para que las absorbas, justo antes de dormir. La noche trae consejos y, en tu caso, serán decididos y positivos. Sin duda, el día después también lo será.
Vuelve a la carga rápidamente
Tener una mente de acero, entrenando diariamente para mantenerla, por supuesto no evita los fracasos. Pero es precisamente en estos casos cuando tu mente entrenada te será de gran utilidad.
Como se dice que una persona que se cae de su caballo debe volver a subirse inmediatamente a la silla, una persona que tiene confianza en sí misma y que está decidida a triunfar, no se detendrá ante su fracaso. Lo rodeará o lo alcanzará, pero eventualmente se recuperará y se fortalecerá de ese contratiempo.
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