¡Curiosidades! Kepler, el genial astrónomo, hizo un experimento sentimental con 11 candidatas para esposa. Descubre su método racional y su sorprendente elección.
Johannes Kepler es recordado por dos cosas principales; descubrió que los planetas no giraban en círculos perfectos, sino en órbitas elípticas. Fue pieza clave en la Revolución Copernicana, junto a Galileo y Newton, que cambió para siempre nuestra idea del universo.
Pero además de mirar las estrellas, Kepler tenía problemas muy humanos tales como el amor. Tras la muerte de su primera esposa, Barbara Müller, en 1611, emprendió una larga búsqueda de una segunda esposa, que resultó ser casi un “experimento social” de 11 intentos. Ver Lo que nunca te enseñaron
Un “experimento social"
Está documentada la búsqueda de pareja con 11 candidatas en una carta de Kepler escrita pocos días antes de su boda, dirigida a un noble (a menudo identificado como el barón Strahlendorf/Stralendorf). En esa carta, Kepler repasa los “méritos” y desventajas de once posibles esposas y explica por qué, tras dudar, vuelve a la candidata nº 5, Susanna Reuttinger. Varias fuentes secundarias serias (biografías y enciclopedias históricas) resumen esa carta y mencionan explícitamente el número “once”.
En la Europa de inicios del siglo XVII, la elección de cónyuge era un asunto social, económico y familiar, no solo romántico. Kepler era un viudo con hijos pequeños, funcionario imperial (matemático del emperador) y con ingresos irregulares; necesitaba un hogar estable y una pareja capaz de gestionar la casa, cuidar a los hijastros y sostener una red social adecuada. En su carta se ve que pondera la edad, salud, carácter, capacidad doméstica, dote/recursos, afinidad religiosa y temperamento—y al mismo tiempo reconoce una inclinación afectiva clara por la candidata nº 5 (Susanna). Es decir, racionaliza, pero siente. Ver Un harén muy extraño...
Kepler procedió metódicamente, redacta una especie de “informe comparativo” y justifica su elección por escrito. Algunas divulgaciones modernas incluso han vinculado su búsqueda con la idea matemática del “problema del secretario” (u “optimal stopping”), pero eso es una lectura posterior, Kepler no estaba resolviendo un problema formal de optimización; estaba haciendo lo común de su época, pero con una pluma inusualmente analítica. La carta muestra una tensión clara entre la evaluación racional y la atracción por Susanna (la nº 5), a quien finalmente elige y con quien —según las biografías— vivió sus años más felices, con varios hijos (aunque, tristemente, varios murieron en la infancia, algo frecuente entonces).
El "experimento sentimental" fue más menos asi; de las primeras cuatro candidatas, la que más le gustó fue la cuarta, por su “cuerpo atlético y estatura”.
Pero pronto apareció la quinta candidata, Susanna Reuttinger, que lo conquistó con su cariño su lealtad humilde su capacidad para llevar el hogar y su dedicación a los hijastros .
Kepler quedó marcado por ella, pero no se decidió aún. Continuó con más presentaciones organizadas por familiares y amigos, llegando a 11 intentos en total. Finalmente, volvió con la quinta candidata y se casaron. Tuvieron seis hijos juntos además de los de su primer matrimonio. Las biografías coinciden en que vivió sus años más felices en esta etapa.
Kepler tendía a estructurar sus decisiones y a dejar registro (lo vemos en ciencia y en su vida privada). Esa misma inclinación lo llevó a mostrar cómo sopesaba variables en una decisión compleja.
Aun con su análisis, el factor emocional fue decisivo—él mismo admite que la nº 5 lo “ganó” por su afecto, lealtad y aptitud para el hogar y los hijastros. Es decir, racionalidad instrumentada por valores personales y contexto social.
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