Esta narración se refiere al matemático estadounidense George Dantzig y su supuesta hazaña mientras era estudiante de posgrado en la Universidad de California, Berkeley, en 1939. Según la historia, Dantzig llegó tarde a una clase de estadística impartida por el profesor Jerzy Neyman. Al entrar al aula, vio dos problemas escritos en la pizarra y, asumiendo que eran la tarea para casa, los anotó rápidamente. Dantzig encontró los problemas inusualmente difíciles, pero, determinado a resolverlos, trabajó arduamente en ellos durante varios días. Ver Cómo ser inteligente: 13 pequeñas cosas que marcan la diferencia Aproximadamente seis semanas después, Dantzig entregó las soluciones a su profesor. Neyman, inicialmente indiferente, las tomó y las dejó a un lado. Sin embargo, unas semanas más tarde, Neyman irrumpió emocionado en la habitación de Dantzig. Resultó que los problemas que Dantzig había resuelto no eran tarea en absoluto, sino dos famosos teoremas estadísticos no resueltos que había