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Mostrando las entradas etiquetadas como ignorancia

El odio y la ignorancia

El juez le preguntó al asesino del presidente egipcio Anwar Sadat: "¿Por qué mató al presidente Sadat?" El asesino respondió: "Porque era seglar". El juez inmediatamente hizo la siguiente pregunta: "Seglar, ¿qué significa?" El asesino dijo: "No lo sé". El juez le preguntó al hombre que intentó apuñalar al fallecido escritor egipcio Naguib Mahfouz: "¿Por qué apuñaló al señor Naguib?". El terrorista respondió: "Porque ha escrito la novela antirreligiosa 'Hijos de Gebalawi'". El juez mostró interés: "¿Has leído la novela?" El criminal respondió: "No". El juez le preguntó al asesino del escritor egipcio Farag Fouda: "¿Por qué mataste a Farag Fouda?" El asesino respondió: "Porque no tenía fe". El juez tenía curiosidad por saber: "¿Cómo supo usted que no tenía fe?" La respuesta del terrorista fue: "Todo se aclara leyendo sus libros". La curiosidad del juez aumentó a...

Ignorancia creativa

Esta narración se refiere al matemático estadounidense George Dantzig y su supuesta hazaña mientras era estudiante de posgrado en la Universidad de California, Berkeley, en 1939. Según la historia, Dantzig llegó tarde a una clase de estadística impartida por el profesor Jerzy Neyman. Al entrar al aula, vio dos problemas escritos en la pizarra y, asumiendo que eran la tarea para casa, los anotó rápidamente. Dantzig encontró los problemas inusualmente difíciles, pero, determinado a resolverlos, trabajó arduamente en ellos durante varios días. Ver  Cómo ser inteligente: 13 pequeñas cosas que marcan la diferencia Aproximadamente seis semanas después, Dantzig entregó las soluciones a su profesor. Neyman, inicialmente indiferente, las tomó y las dejó a un lado. Sin embargo, unas semanas más tarde, Neyman irrumpió emocionado en la habitación de Dantzig. Resultó que los problemas que Dantzig había resuelto no eran tarea en absoluto, sino dos famosos teoremas estadísticos no resueltos que h...

Ignorancia

Se trataba de dos amigos no demasiado inteligentes. Se despertaron a medianoche y uno le dijo al otro: - Sal fuera y dime si ya ha amanecido. Observa si ha salido el sol. Ignorancia El hombre salió al exterior y comprobó que todo estaba muy oscuro. De vuelta explicó: - Está todo tan oscuro que no me es posible ver si el sol ha salido. Y el otro repuso: - No seas necio. ¿Acaso no puedes encender una linterna para ver si el sol ha salido? En su ignorancia, muchas veces así procede el ser humano en la búsqueda espiritual, sin utilizar sabiamente el discernimiento, la capacidad de discriminación. El Arte de la Estrategia