Al tercer Shogun Iemitsu le gustaban los combates de espada. Una vez en que se dispuso ver a algunos de sus mejores espadachines exhibir sus habilidades, advirtió entre el público a un experto jinete llamado Suwa Bankuro, e impulsivamente le pidió participar. Bunkuro respondió diciendo que lo haría complacido si podía contender a caballo, añadiendo que podía derrotar a cualquiera a caballo. Iemitsu instó gustoso a los espadachines a pelear con Bunkuro en el estilo que él prefería. Resultó que Bunkuro tenía razón en su jactancia. Blandir una espada sobre un caballo bien adiestrado no era algo a lo que muchos espadachines estuvieran acostumbrados, y Bunkuro derrotó fácilmente a todos los que se atrevieron a enfrentarlo a caballo. Algo exasperado, Iemitsu dijo a Munemori que hiciera la prueba. Aunque espectador en esta ocasión, Munemori obedeció al instante y montó a caballo. Cuando su caballo trotó hasta el de Bunkuro, lo detuvo de súbito y golpeó la nariz del de Bunkuro con su espada d