Comparativo entre el libro de Nicolás Maquiavelo y la obra de Mario Puzo.
El Padrino en su acepción literaria y fílmica reproduce estrategias y tácticas de El Príncipe, de Maquiavelo.
Las enseñanzas de Maquiavelo en El Padrino |
La aparición del libro El Príncipe de Nicolás Maquiavelo es el punto de partida de la política como ciencia.
Una ciencia que después de cientos de años ha encontrado su filosofía, metodología y marcos conceptuales para el estudio y tratamiento de fenómenos trascendentales para las sociedades modernas: las relaciones de Poder-Dominación-Estado.
La determinación integral de la política no va a transitar por la vía puramente científica, sino que también tiende a convertirse en arte y técnica para la obtención, operación, preservación y aumento del Poder, sea éste para individuos o grupos bien estructurados.
En su parte aplicada, la política es convertida en un conjunto de técnicas para potenciar fortalezas y así acceder a la esfera de dominación y control. La fascinación que provoca el término Poder envuelve a la psique y actividades de la gran mayoría de personas, sobre todo cuando la ideología del sistema de vida hegemónico coloca al individualismo y la competitividad por encima de principios y valores humanistas.
Las enseñanzas de Maquiavelo en El Padrino |
Al conseguirse Poder, en cualquiera de los ámbitos de vida, la "intangibilidad" de su definición se vuelve algo concreto en las formas de comportamiento (social, cultural, política y económica). Poder es una palabra tan seductora, que viene explícita tanto en la obra política de Maquiavelo como la novela de Mario Puzo y su representación magistral en el film de Francis Ford Coppola.
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El Padrino en su acepción literaria y fílmica reproduce estrategias y tácticas de El Príncipe, de Maquiavelo. Los diálogos y escenarios y actos que se muestran de la familia Corleone tienen ángulos convergentes con el escrito del siglo XVI, toda vez que:
Usar la crueldad sólo en una ocasión
Para que Vito Corleone se posicionara en el Poder tuvo que adueñarse de los controles políticos, sociales y económicos del barrio italiano de Nueva York, a través del asesinato de Don Fanucci, quien tenía las actividades ilícitas de dicho entorno con un estilo muy personal de activar el terror entre los vecinos.
Parafraseando a Maquiavelo, el inmigrante siciliano tuvo que usurpar un espacio de Poder cometiendo todos los actos de crueldad que creyera convenientes para sus fines -en una sola exhibición-, a fin de no desgastar mayores esfuerzos y recursos al tener que repetir una y otra vez una acción de control. Así lo hizo Don Corleone: usó la crueldad en una sola ocasión, pero en forma contundente y espectacular. Esto logró que afianzara su Poder y viviera seguro, pues había logrado infundir temor y respeto.
Confía sólo en la fuerzas propias
Al conquistar un nuevo "principado" la forma más recomendada por Maquiavelo es la utilización de fuerzas y armas propias, debiendo dejar como última opción el uso de grupos mercenarios. Al asesinar al viejo capo Fanucci se posicionó como nuevo jefe sin tener disputa de nadie. Si hubiera ordenado a sus compañeros pandilleros matar a esta figura, lo más probable es que hubiera desatado una revuelta de sucesión, derivándose en más muertes y pérdidas.
Mantener y aumentar el poder
Pasado este episodio, Don Corleone no tuvo mucha dificultad para establecerse como el personaje de Poder central, ya que el "territorio" ganado estaba ávido de cambios, pues había estado sometido a procedimientos de terror y coerción que ya le eran insoportables. Como nuevo "Príncipe" Don Corleone empleó nuevas tácticas para mantener y aumentar su Poder (que no provinieran de la extorsión o cobro de cuotas por protección), por medio de un sistema de "favores" y pago de sumas de dinero a aliados, socios menores y funcionarios gubernamentales.
La violencia aplicada fue selectiva, en virtud que la crueldad referida en las enseñanzas maquiavélicas sólo iba a ocuparse cuando en verdad fuera necesario, es decir, como último recurso. La violencia no era un fin, sino un medio para alcanzar Poder, riqueza y status.
Un hombre de palabra
No todo lo que hace El Padrino coincide con las enseñanzas de Maquiavelo, sobre todo en lo que referente al respeto incondicional a la palabra empeñada. El florentino del siglo XVI estipuló que si todos los hombres fueran íntegros, el principio de engaño no sería necesario para quebrantar las promesas otorgadas.
Don Corleone defendía como valor inamovible la palabra ofrecida, vista como pacto de caballeros. Esto le retribuyó respeto, sometimiento y ganancias.
A diferencia de Maquiavelo que establecía que los hombres son perversos y mentirosos, por lo que no podía sostenerse largamente ninguna promesa. Sin embargo, para la ambientación de la trama de El Padrino esta característica le resultó ventajosa, en virtud de consiguió los fines que se requerían en una etapa temprana y media de su "imperio criminal".
La máxima de Maquiavelo parece recobrar su real dimensión cuando al final de su mandato, Don Corleone ya no tuvo respeto, fortaleza y confianza de los clanes rivales. El relevo generacional de Michael -su hijo- vino a dar contundencia al principio maquiavélico que nos referimos, pues una de las primeras acciones que ejecutó fue "darles duro y con todo a los traidores y a todo aquel que se pusiera en medio del camino". Al unísono se agenció de una táctica personal de disimulo, que le proporcionó la virtud de ocultar intenciones en su toma de decisiones y actos a desarrollar.
Tener un buen equipo
En la fase de consolidación Don Vito Corleone adoptó la estrategia de rodearse de un equipo humano leal y emplear recursos propios, lo cual está apegado a la recomendación de Maquiavelo cuando escribió que siempre es mejor la autonomía en el uso de la fuerza.
Traspaso de poder
La familia de Don Corleone es símil a los principados hereditarios, ya que la tradición de la mafia proveniente de Sicilia estipula que el traspaso del mando se daba al hijo primogénito (el rescate de las estructuras patriarcales romanas). En ese sentido, el cúmulo de virtudes políticas del sucesor natural no resulta -en la mayoría de los casos- tan desarrollado como otros que tienen que emplearse a fondo para conquistar un dominio.
Para el hijo mayor de El Padrino, Sony, no significaba mucho esfuerzo ocupar el lugar de Don, pues sólo se limitaba a acatar las órdenes del jefe y al final le heredaría el control. Él se limitó a cultivar el uso y abuso de la fuerza, así como la transmisión de mensajes directos de ataque contra todo lo que fuera contrario al mandato de su padre.
En el caso de Michael Corleone (hijo varón más joven), que ni siquiera estaba contemplado a ocupar un cargo dentro de la organización familiar, tuvo que lidiar con el enojo, desobediencia y problemas generados por la muerte de El Padrino, sobre todo porque esto se dio en momentos en que la mafia estadounidense se recomponía al igual que el sistema capitalista a nivel mundial.
No dejes que haya caos para evitar una guerra
Con la muerte de Vito Corleone, la titularidad recayó en Michael, pues el hermano mayor fue acribillado en una emboscada de las familias rivales de Nueva York. El siguiente en la "línea del trono" seguía Fredo, que era el hermano de en medio y un personaje tímido y sin carácter para llevar las riendas de la empresa familiar, que empezaba a erigirse como emporio económico diversificado.
El nuevo Padrino prosiguió con la aplicación de enseñanzas maquiavélicas, como por ejemplo: nunca dejar que haya caos por evitar la guerra frente a la inevitabilidad de la circunstancia, ya que finalmente esta especie de pausa no detiene la conflagración, únicamente se le aplaza. En el caso del hermano mayor su temperamento iracundo e irracional produjo el desencadenamiento de vendettas entre los clanes mafiosos, la unión para arrebatar el poderío Corleone y al final su propia muerte. Michael no iba a permitirse el lujo de seguir por esta ruta. Él iba a ser simple y sencillamente impecable e implacable en todos sus actos.
Temido y cruel, antes que no clemente y amado
Michael Corleone como nuevo "soberano" puso en marcha una estrategia para ser verdaderamente temido por sus decisiones. En este aspecto la consigna de Maquiavelo "Más vale ser temido y cruel, que no clemente y amado" fue ajustada al cien por cien, toda vez que el nuevo Don procuró siempre las medidas radicales ante los conflictos que pudieran terminar en desequilibrio, pérdida de Poder y finanzas.
Pareciera que estoy retratando a un déspota autoritario, pero no es el caso. El uso de la crueldad no es motivado por arrebatos coléricos, sino que son actuaciones completamente deliberadas y con arreglo a fines. Michael Corleone nunca demostró ser impulsivo como su hermano mayor Sony, pero sí calculador, tajante y cruel en el momento en que se necesitara.
Se aleja de Don Vito cuando fija su postura frente a los traidores: no hay perdón contra ellos. El cobro de la traición o amenaza al Poder de la familia no era visceral o producto de la coyuntura, sino que era planificado hasta en los más finos detalles y ejecutado con todos los recursos de violencia disponibles, para dejar ejemplo a los rivales.
Consejeros leales
Michael Corleone aplicaba también la enseñanza de Nicolás Maquiavelo de tener al lado a personas leales y eficientes, que no se sintieran con los fueros suficientes para después pelearle el Poder. Él concentraba las decisiones, pidiendo consejo a un reducido grupo de personas dignas de su confianza. Entre ellos a su hermano de crianza Tom Hagen, a quien escuchaba por ser el consejero de la familia, pero no nunca lo introdujo en el desarrollo de acciones de Poder.
El papel de consejero era muy apreciado por Michael Corleone, ya que era una especie de alter ego, que no tenía fuerza por sí mismo ni posibilidades de disputarle siquiera una porción de Poder. En este tenor, el nuevo Padrino supo dividir el trabajo de sus subalternos, a tal grado de que unos eran consejeros, especialistas en alguna rama del negocio y otros cobradores, asesinos o enlaces.
Conclusión
En la lógica inflexible que determina puntos de intersección entre uno o más objetos a analizar por alguna ciencia o disciplina social, la mixtura entre El Príncipe y El Padrino pareciera no tener pies ni cabeza. Sin embargo, las dos obras tratan un común denominador: el Poder y por esto mismo son dignas de comparar. Las estrategias, tácticas, consejos en forma de diálogo cinematográfico o literario pueden ser empleadas no sólo en el ámbito de lo político, sino también en otras y muy diversas actividades de la vida social y productiva, y en este caso preciso las prácticas ilícitas.
Muchas, muchísimas personas tienen o tratan de tener su coto de Poder y por eso el tema Poder de ambas obras se hace atractivo. Avizorar, obtener, desarrollar, mantener y acrecentar Poder es parte intrínseca de las relaciones sociales (casa, escuela, amistades, trabajo, partidos políticos, instituciones del Estado, etc.) y por eso adentrarse aunque sea en la periferia de este fenómeno produce curiosidad, codicia y preocupación.
Mi pretensión fue comparar acciones similares y no dictaminar criterios valorativos. Finalizo este trabajo afirmando que el deseo de Poder es más fuerte que cualquier otro sentimiento humano (amor, justicia, equilibrio, paz y felicidad), ya que existe la creencia de que al tenerlo "lo demás bien por añadidura".
Fu el hijo Michele quien materializó la dominación en el ambito newyorkino al haber heredado el padrinazgo de Don Corleone. Luego se mudaron a las Vegas.
ResponderEliminarLa especie está estructurada para tener una estructura de poder, como todos los animales que viven gregariamente. Asi tiene que ser para preservar la especie. Excepto que en nuestro caso, con el advenimiento de la inteligencia, estamos acabando no ya con nuestros posibles depredadores sino con toda la vida sobre la biosfera.
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