En 1947, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso el Plan de Partición de Palestina, que buscaba dividir el territorio del Mandato británico de Palestina en dos estados: uno árabe y otro judío.
Esta decisión se tomó en el contexto del fin del mandato británico y las crecientes tensiones entre las comunidades árabes y judías en la región.
El plan fue aceptado por la comunidad judía, representada por la Agencia Judía, mientras que la mayoría de los líderes árabes y estados árabes lo rechazaron. El 14 de mayo de 1948, cuando el Mandato británico llegó a su fin, David Ben-Gurión proclamó la independencia del Estado de Israel. Inmediatamente después, varios países árabes vecinos (Egipto, Siria, Transjordania, Líbano e Irak) declararon la guerra a Israel e invadieron el territorio, dando inicio a la Guerra árabe-israelí de 1948.
Contra todo pronóstico, Israel logró defenderse y, al final de la guerra en 1949, había expandido su territorio más allá de las fronteras propuestas por el plan de partición de la ONU, ocupando gran parte de lo que debería haber sido el estado árabe palestino.
Es importante señalar que en esta época, el concepto de una identidad nacional palestina unificada estaba aún en formación. Los árabes de la región vivían en estructuras sociales más tribales y no se consideraban como un pueblo unido bajo una única identidad nacional. Tampoco reconocían la autoridad de un gobierno central palestino. Esta fragmentación social y política persiste en algunos países árabes hasta la actualidad.
En 1948, a pesar del plan de la ONU de crear un estado árabe palestino, la parte árabe de Palestina carecía de un gobierno central propio. La Liga Árabe, formada en 1945 por varios estados árabes independientes, asumió la responsabilidad de representar los intereses árabes en el conflicto. Sin embargo, no otorgó a los palestinos una voz decisiva en las negociaciones, reflejando la complejidad de las relaciones intra-árabes y la falta de reconocimiento de una entidad palestina autónoma en ese momento.
La ausencia de una representación palestina unificada tuvo consecuencias significativas en el desarrollo del conflicto. Tras la guerra de 1948, la Franja de Gaza quedó bajo control egipcio, mientras que Cisjordania y Jerusalén Este fueron anexadas por Jordania. No fue hasta la década de 1960, con el surgimiento de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que comenzó a cristalizarse una identidad nacional palestina más cohesionada y una demanda más organizada de autodeterminación.
Este período formativo del conflicto árabe-israelí sentó las bases para décadas de tensiones y disputas territoriales que continúan hasta el día de hoy, complicando los esfuerzos de paz y la posibilidad de una solución de dos estados.
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complejo el problema
ResponderEliminarEntonces,, segun lo que se puede entender de lo escrito... Nunca hubo un estado "palestino" porque nunca fue proclamado tal estado.
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