El interrogatorio de las brujas era un proceso cruel y degradante que buscaba obtener confesiones y pruebas físicas de pactos demoníacos.
A partir del siglo XVI, además de las confesiones obtenidas mediante tortura, se introdujo la búsqueda de la "marca del diablo" en el cuerpo de los acusados, principalmente mujeres.
Este examen físico se realizaba al inicio del proceso, antes de la tortura. La persona acusada era desnudada completamente y afeitada por todo el cuerpo. Luego, era entregada a un "experto" que podía ser el verdugo, un cirujano, un barbero o una partera. Este individuo se encargaba de examinar minuciosamente el cuerpo del acusado, buscando cualquier marca sospechosa.
El método de examen consistía en pinchar sistemáticamente diferentes partes del cuerpo con una aguja larga. Se prestaba especial atención a las zonas más íntimas, como muestran los grabados de la época. La supuesta marca del diablo podía ser prácticamente cualquier peculiaridad física: un lunar, una verruga, una mancha de nacimiento, una protuberancia en la piel o incluso algo completamente invisible.
Los examinadores consideraban como prueba de la marca diabólica la ausencia de dolor o sangrado al pinchar ciertas áreas. Si el acusado no mostraba signos de dolor o si no sangraba al ser pinchado, se concluía que esa zona contenía una marca de origen diabólico.
Este procedimiento, basado en supersticiones y prejuicios, no tenía ningún fundamento científico. Era una práctica cruel que violaba la dignidad humana y servía para justificar acusaciones infundadas de brujería. La búsqueda de la "marca del diablo" se convirtió en una herramienta más para perseguir y condenar a personas inocentes, principalmente mujeres, en el contexto de la histeria colectiva de la caza de brujas.
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Que gente tan MALDITA la que siempre ha gobernado al mundo, especialmente los tales religiosos
ResponderEliminarTantas atrocidades en nombre de un Dios al que pregonaban como misericordioso.
ResponderEliminarEs cierto que en su momento los religiosos conservaron los conocimientos de ciertas civilizaciones, lo lastimoso es que solo se quedaron con los que les eran funcionales
El que se cree que vivimos tiempos diferentes que se puede llamar mejora estará soñando. Somos la misma especie y seguimos con la misma maldad. Solo los métodos han cambiado, será para fingir cambios.
ResponderEliminarSomos así y seguiremos así.
Crueles sin ninguna necesidad. A ver si nos entendemos bien: no hay Satanás tampoco hay Dios solo somos una raza mala cruel. Algunos van a decir pero yo no soy asi - quizás porque tiene una educación adecuada pero que no se equivoca porque la crueldad está en todos nosotros también en mí lo reconozco. A recibir muchísima crueldad en mi juventud por ser diferente me ha hecho ver y reaccionar y reflexionar.
El que conoce un poco los relatos de Homero puede imaginarse como somos por dentro porque los ejemplos de los dioses de los que nos habla están en nosotros una sabiduría de muchísimos años sin reflexionar sin reconocer sin mejorar.
malditas religiones
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