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Las 20 leyes de la astucia

El arte de moverte con inteligencia en un mundo lleno de apariencias ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas siempre salen ganando, incluso en las peores situaciones? ¿Te gustaría entender cómo piensan los que realmente mandan… y aprender a jugar con sus mismas cartas? Las 20 leyes de la astucia es el manual definitivo para quienes quieren dejar de ser ingenuos y empezar a moverse con cabeza en la vida . Este libro no es teoría vacía ni frases motivacionales: es estrategia pura, clara y directa. ¡Haz clic aquí para leer una muestra ahora! Te ofrece unas herramientas prácticas para: Entender los juegos ocultos de poder e influenci a. Detectar segundas intenciones y protegerte de ellas. Influir sin imponer, ganarte el respeto sin alzar la voz. Tomar decisiones con inteligencia emocional y visión estratégica. Convertirte en alguien más difícil de manipular , más sólido y respetado. Imagina tener la capacidad de leer entre líneas, anticiparte a los movimientos de los dem...

Las increíbles aventuras de Boris Yeltsin en la Casa Blanca

Descubre el increíble caos del ex presidente ruso Boris Yeltsin en la Casa Blanca. Historias inéditas de pizzas y calzoncillos. Política insólita.

La visita oficial del expresidente ruso Boris Yeltsin a Estados Unidos en 1995, apenas cuatro años después de la disolución de la Unión Soviética, se convirtió en uno de los episodios más insólitos de la historia diplomática reciente. La personalidad excéntrica de Yeltsin dejó a su anfitrión, el presidente Bill Clinton, y a su equipo de seguridad en una serie de situaciones desconcertantes. 

Las increíbles aventuras de Boris Yeltsin en la Casa Blanca

Al llegar a Washington, lo primero que Yeltsin le preguntó a Clinton fue una cuestión que nada tenía que ver con la política. Se acercó y, sin preámbulos, le soltó una pregunta que resumía la obsesión mediática de la época en Estados Unidos: “¿Crees que fue O.J.?” Se refería al infame juicio de O.J. Simpson, que había sido absuelto poco antes del asesinato de su exesposa. De todas las posibles preguntas sobre la economía rusa en crisis o las relaciones bilaterales, Yeltsin optó por el chisme de alto perfil.

Pero ese fue solo el comienzo de la aventura. El propio Bill Clinton relató un episodio que dejó a todos en pánico. Una noche, durante la visita, los servicios secretos se dieron cuenta de que Yeltsin no estaba en su lugar, lo que desató una búsqueda frenética entre los agentes estadounidenses y rusos.

Finalmente, lo encontraron en la Avenida Pensilvania, en plena calle, borracho y en ropa interior, intentando desesperadamente llamar a un taxi. Cuando los agentes lo rodearon para convencerlo de regresar, Yeltsin se enfrascó en una discusión acalorada. Resulta que, tras una noche de copas, le había entrado un antojo incontrolable por una pizza. En lugar de pedírsela al personal, decidió ir a buscarla él mismo. Cuando le preguntaron a Clinton si Yeltsin había conseguido su pizza, la respuesta fue simple: “Sí, consiguió su pizza”.

Y por si fuera poco, la noche siguiente se repitió el caos. Yeltsin, una vez más bajo los efectos del alcohol, bajó por unas escaleras traseras hasta el sótano de la Casa Blanca sin avisar a nadie. El conserje del edificio lo descubrió y, confundiéndolo con un intruso ebrio, comenzó a discutir con él. Afortunadamente, los agentes de seguridad, que ya lo buscaban, llegaron a tiempo para aclarar la situación, dejando al conserje con la historia más extraña de su vida.

Estas anécdotas han pasado a la historia como un claro ejemplo de la imprevisibilidad de la política internacional de la época. Pocos jefes de Estado han mostrado tal comportamiento en una visita oficial, convirtiendo a Boris Yeltsin en una figura única, casi una versión real de un personaje de comedia.

Lo único preocupante es que esta persona podía disparar miles de misiles armados con bombas nucleares… Ver Las 20 leyes de la astucia

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