SABIO CONSEJO: Elegir pareja define tu vida. Cásate BIEN: Prioriza valores, respeto y evita el error de intentar cambiar a nadie.
No te cases con cualquiera, porque la boda es un día, pero el matrimonio es todos los días… después de la fiesta viene la convivencia.
Y no te apures, elegir a la persona correcta toma tiempo, porque es un millón de veces mejor estar soltero que mal acompañado.
Si te dicen “se te está pasando el tren”, ignóralos; no estás para cumplir las expectativas de nadie. Piensa en tu bienestar.
Conoce y analiza a tu pareja con lupa.
Si es conflictivo, no es para ti.
Si es explosivo, no es para ti.
Si es pleitista, no es para ti.
Si no tiene tus mismos valores, no es para ti.
Hay quienes aseguran “con el tiempo harás que tu pareja cambie”. Mentira. Nadie cambia a nadie. Si es una persona agresiva, lo seguirá siendo meses y años después; si es una persona negativa, llenará de negatividad tu hogar. Y tendrás que cargar con ese costal defectos. ¡Ahórrate el mal rato!
Elegir a tu compañero de vida no es cosa de juego, es un compromiso a largo plazo. Piénsalo bien antes de dar el sí o antes de proponer matrimonio, no te aloques por favor.
Cásate con alguien que tenga tus mismas creencias religiosas, valores y principios similares. Sobre todo, cásate con alguien que sea tolerante, que respete tu forma de pensar y de ser.
Si te casas, debes superar la soltería. Algunos se casan y llevan vida de solteros. No señores. El matrimonio es cosa seria, es compromiso, es fidelidad, es respeto a tu pareja, a tu hogar y, ante todo, respeto a ti mismo. Si no quiere que le "controlen" o quiere seguir de picaflor, simplemente no se case.
¡Piensa bien, que el divorcio no es gratis y el desgaste mental que trae es mejor evitarlo. Ver Las 20 leyes de la astucia
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