La tragedia histórica de los nativos en EEUU, un genocidio silenciado, es un capítulo oscuro en la historia de Estados Unidos y un tema que pocos gobiernos se atreven a abordar.
Un legado de destrucción y desplazamiento
Dentro de los Estados Unidos, existen 574 tribus indígenas americanas reconocidas. Las más grandes son los Navajo, Cherokee y Sioux. Más de 4,55 millones de personas en los EE. UU. se identifican como nativos. Los estados con la mayor proporción de nativos americanos y nativos de Alaska son Alaska (27,9 %), Oklahoma (17,4 %), Nuevo México (14,5 %), Dakota del Sur (12 %) y Montana (9,2 %), según la Oficina del Censo del país.
El genocidio de los nativos americanos es uno de los más grandes de la historia. Estudios realizados por numerosos intelectuales a lo largo de décadas estiman que, desde 1492, más de 175 millones de nativos murieron en todo el continente americano. De este total, se estima que 13 millones de muertes ocurrieron en el territorio de lo que hoy es Estados Unidos. Para 1900, la población nativa se había reducido drásticamente a solo 250.000 personas. Líderes como el gran Apache Gerónimo (Goyaałé, "el que bosteza") se convirtieron en figuras de resistencia y temor para el ejército estadounidense, enfrentándolos durante casi 40 años. Su tragedia personal y la de su pueblo reflejan el sufrimiento de muchas tribus.
El infame Camino de las Lágrimas y el despojo de la tierra
Los nativos americanos fueron despojados y desplazados de sus tierras ancestrales para que la población agrícola blanca pudiera tomar posesión de ellas. Como castigo por resistir, fueron obligados a marchar hacia reservas en el centro del país. La marcha más famosa es conocida como el "Camino de las Lágrimas", donde los indígenas del este del país fueron acorralados y despojados, obligados a caminar a punta de rifle hacia el estado de Oklahoma entre 1830 y 1850. De los 60.000 a 80.000 caminantes, se estima que 16.000 murieron, masacrados por el ejército y las milicias. Esta brutalidad se intensificó especialmente después del descubrimiento de oro en Georgia en 1835, lo que aumentó la codicia por las tierras. La tragedia de este evento marcó a generaciones enteras.
A través de los años, después de un reguero de genocidios, las reservas indígenas obtuvieron “derechos” internos de autodirección. Las diferentes tribus optaron por definir sus propias naciones, pero estas concesiones no mejoraron sus condiciones de vida. Por el contrario, a menudo sirvieron para limitar aún más a la población indígena. La tragedia no terminó con las masacres; continuó con políticas de asimilación y control que buscaban borrar su cultura y su identidad.
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Reserva indios navajos |
La paradoja de la ciudadanía y la discriminación
A los nativos americanos se les concedió la ciudadanía estadounidense en 1924, una medida que buscaba asimilarlos y "diluir" su cultura, redistribuyéndolos por todo el país. Sin embargo, el último estado en otorgarles el derecho a votar fue Utah en 1962, 38 años después de la promulgación de la ley. La tragedia es que, aunque eran legalmente ciudadanos, su acceso a los derechos básicos fue denegado durante décadas.
Aunque finalmente podían salir de sus "naciones", nunca fueron bien recibidos en sus propias tierras ancestrales. Los nativos americanos son uno de los grupos más discriminados, al mismo nivel o incluso peor que los afroamericanos, hispanoamericanos e indocumentados. Después de intentar buscar un futuro mejor en diferentes estados, algunos tienen éxito, pero muchos fracasan y regresan a sus reservas. Hay una gran epidemia de desempleo, problemas de salud, alcoholismo y suicidios en los condados de las reservas.
Pobreza, desesperanza y la lucha por la supervivencia
La tragedia de la pobreza en las reservas es profunda. El condado de Allen, en Dakota del Sur, dentro de la reserva de Pine Ridge, tiene el ingreso per cápita más bajo del país, con solo $1.539 al año. En general, el ingreso per cápita de los nativos americanos en las reservas es la mitad que el de todos los estadounidenses pobres.
Aunque algunos nativos se han vuelto multimillonarios gracias a la apertura de casinos en sus tierras, la gran mayoría de las "Naciones Indias" vive en la pobreza extrema. Estos casinos se benefician de la excepción legal que les permite operar en tierras tribales, donde el juego es legal, a diferencia de la mayoría de los estados. Sin embargo, el beneficio económico no se distribuye equitativamente y no ha logrado revertir la situación general de pobreza y marginación.
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Alcoholismo en reservas indias |
El silencio de la comunidad internacional
Más de 4 millones de nativos viven en la pobreza, y nunca ha habido una reparación genuina por los abusos, asesinatos y genocidios sufridos. ¿Quién podría abogar por ellos? ¿Lo haría la ONU? ¿La Corte de La Haya? La tragedia es que Estados Unidos, una nación que se jacta de defender los derechos humanos en el extranjero, se ha dado el lujo de demandar a otros países que otorguen derechos y restituciones a sus propias poblaciones nativas, amenazando con sanciones económicas o críticas políticas. Al mismo tiempo, ha evitado con éxito cualquier responsabilidad por su propia historia.
La tragedia de los nativos americanos no es solo un hecho del pasado; es una realidad presente que afecta a millones de personas. La falta de acción y la indiferencia tanto a nivel nacional como internacional perpetúan un ciclo de pobreza, discriminación y desesperanza. El hecho de que la comunidad global, incluyendo comisiones de derechos humanos, permanezca en silencio es una paradoja moral que refleja la influencia política de Estados Unidos.
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