Un cura aficionado a la ornitología tenía doce pájaros. Todos los días los soltaba para que volaran y éstos siempre regresaban a sus jaulas. Pero un día sólo regresaron once Así que el sacerdote, decidido, en la misa del domingo preguntó: - ¿Quién tiene un pájaro? ¿Quién ha visto mi pájaro? Todos los hombres se levantaron. - No, no me expliqué bien. ¿Quién ha visto un pájaro? Todas las mujeres se levantaron. - ¡No, no! Lo que quiero decir es: ¿quién ha visto mi pájaro? Todas las monjas se levantaron. Moraleja: "aprenda a preguntar correctamente" http://www.elartedelaestrategia.com/ El Arte de la Estrategia