En el Reino de Song había un tabernero cuyo vino era excelente. Perro peligroso No engañaba en la cantidad, era cortés con sus clientes y su enseña pendía en el lugar más visible. Sin embargo, no podía vender su vino, que llegaba a hacerse ácido. Preguntó a Yang Qian, un anciano a quien conocía bien, cuál sería la explicación. - ¿Es peligroso su perro? – inquirió Yang Qian. - Sí, en verdad lo es – contestó el tabernero –. ¿Pero qué relación tiene eso con el hecho de que mi vino no se venda? - La gente teme a su perro. Cuando mandan a un niño con dinero y un jarro a comprar vino, el perro sale a su encuentro, a morderle. Esto es lo que avinagra su vino y la razón por la que no lo vende. Han Fei Zi También le puede interesar: http://www.elartedelaestrategia.com/pensamiento_de_oriente.html El Arte de la Estrategia tusbuenoslibros