Los mundialmente famosos "guerreros de Xi an" son el afortunado testimonio de una de las épocas más convulsas y relevantes de la historia de China, los años en que unos reinos divididos y masacrados por las guerras feudales dejaron paso al primer imperio unificado, germen del nacimiento del mayor país del mundo y de su monumento más memorable, la Gran Muralla. El artífice fue un gobernante con una visión política poco común, Qin Shi Huang, el primer emperador de China. Qin Shi Huang, el Primer Emperador "Una palabra vale más que mil piezas de oro." Este aforismo chino era algo más que una metáfora hacia el año 247 a. de C. En la plaza del mercado de Xianyang, capital del Reino de Qin, en el noroeste del país, se exponía, entre puestos de comida y de todo tipo de mercaderías, un enorme libro que compilaba el conocimiento filosófico, político, histórico y científico de la época, los Anales del maestro Lu. Sobre este colgaba un millar de doradas monedas