En 2016, el mundo fue testigo de un caso extraordinario que captó la atención de los medios y el público en general. Una joven londinense de 14 años, enfrentando una forma rara y terminal de cáncer, tomó una decisión sin precedentes. En un acto de desesperación y esperanza, escribió una conmovedora carta a un juez del Tribunal Superior de Londres, suplicando por una oportunidad para "vivir más tiempo". Su petición no era convencional: solicitaba autorización para someterse a un proceso de criopreservación, comúnmente conocido como hibernación humana. Ver Eternamente joven El juez, conmovido por la situación y la madurez demostrada por la joven, concedió su deseo. Esta decisión judicial marcó un hito en la historia de la criónica, otorgando legitimidad legal a un procedimiento que hasta entonces había sido considerado más como ciencia ficción que como una opción médica viable. La esperanza de la niña, compartida por muchos que optan por este camino, es ser "despertada&q