A lo largo de la historia, los esclavos se han dividido generalmente en dos categorías: los esclavos forzados y derrotados, y aquellos que, de alguna manera, llegaron a aceptar su condición. Un ejemplo claro de esta división se puede observar en la esclavitud en Norteamérica, donde existían dos tipos principales: los esclavos domésticos y los esclavos de campo. Ver Esclavistas que embarazaban a sus esclavas Los esclavos de campo vivían en condiciones de extrema opresión y humillación, trabajando en los campos día y noche bajo duras condiciones. Por otro lado, los esclavos domésticos, considerados como una clase "privilegiada" dentro del sistema esclavista, trabajaban en las casas de los amos blancos, tenían acceso a las sobras de comida y a la ropa usada de sus amos. Cuando los esclavos de campo se organizaban para intentar liberarse, unidos por los principios de libertad y justicia, a menudo se encontraban con la oposición de los esclavos domésticos. Estos últimos, temeros