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No juzgues por las apariencias

Apariencia. ¿No sabes qué hacer con eso? Déjame presentarte a alguien. Se trata de Sarah Gray, australiana. ¿Me creerías si te dijera que es doctora? ¿Estás un poco atónito? Sí, yo también. Sarah, de 31 años, decidió romper todos los estereotipos convirtiéndose en modelo. Lo ha conseguido con creces. Ahora conocida como la "doctora más tatuada del mundo", es la prueba viviente de que no se debe juzgar un libro por su portada. Hace unos años, lo que nos venía a la mente cuando pensábamos en un médico... Bueno, ya no. Lo que estoy tratando de decir, Sarah lo dijo mejor que nadie: El hecho de que esté tatuada no significa que no sea competente. Para mí o para una persona que tiene un tatuaje, Sarah estaría bien al principio, porque podemos hablar de sus tatuajes, pigmentaciones o cualquier otra cosa para compartir. Demonios, hablaríamos de arte corporal, incluso si no es para mí. Todo esto la hace sentir como si fuera "humana" y no como una fría "buena doctora est

Regla nº 2 para juzgar la conducta humana

Para comparar cuál será la conducta de una persona en un caso dado es preciso conocer su inteligencia, su índole, carácter, moralidad, intereses y cuanto pueda influir en su determinación. El hombre, aunque dotado de libertad de albedrío, no deja de estar sujeto a una muchedumbre de influencias que contribuyen poderosamente a decidirle. El olvido de una sola circunstancia nos puede llevar al error. Así, suponiendo que un hombre está en un compromiso del que le es difícil salir sin faltar a sus deberes, parece a primera vista que en sabiendo cuál es su moralidad y cuáles los obstáculos que a la sazón median para obrar conforme a ella, tenemos datos bastantes para pronosticar sobre el éxito.  Regla nº 2 para juzgar de la conducta humana  Pero entonces no llevamos en cuenta una cualidad que influye sobremanera en casos semejantes: la firmeza de carácter. Este olvido podrá hacer muy bien que defraude nuestras esperanzas un hombre virtuoso y las exceda el malo, pues