Una mujer se despierta a las 4 de la mañana y se da cuenta de que su marido no está con ella en la cama. Va hasta la cocina y lo encuentra sentado en silencio, a oscuras, tomando una taza de café. Enciende la luz y ve cómo el marido se quita una lágrima del ojo mientras sigue bebiendo en silencio. – ¿Qué te pasa querido? ¿Qué haces aquí solo a estas horas de la noche? El, girando para mirarla, dice: – ¿Te acuerdas hace 20 años, cuando comenzamos a salir juntos, que tú tenías 16 años y yo 20? – Claro que me acuerdo. – ¿Y te acuerdas cuando tu padre nos encontró… en el asiento de atrás de mi coche? – Si que me acuerdo, responde ella tiernamente acercándose a él. – ¿Y recuerdas que tu padre me puso la escopeta en el pecho y me dijo que debía casarme contigo o me denunciaba y me pasaría 20 años en la cárcel? – Claro cariño, también me acuerdo. Papá siempre tan furioso con mis novios. Pero, ¿a qué viene eso? Mientras se quita otra lágrima que le corre por su mejilla y con la voz quebrá...