Cuando un general romano lograba una victoria excepcional, el Senado le premiaba con un Triunfo y una corona de laurel.
Julio César, con corona de laurel |
Un esclavo detrás del General sostenía una corona de laurel y le recitaba continuamente “memento moris”, traducido “recuerda que eres mortal”. Así, el acreedor al triunfo no se creía demasiado cercano a los dioses y recordaba su condición de ser humano.
Una medida muy sabia que debería implantarse en la actualidad para todos los Jefes de Estado, políticos y gente con excesivo poder.
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Esto era así en la época republicana... con el imperio todo cambió, Diocleciano seguro que no tenía esclavos con coj... de decirle "memento mori" mientras celebraba sus triunfos. Por no tener no había siquiera senadores que se negaran a que hiciera "triunfos" por cualquier cosa.
ResponderEliminarHubo en el mundo un antes y un después de César. Pero ahora, hay mucho "cesarito" al que no le iría mal que alguien le recordara su condición de mortal.
EliminarAve, csc212
Los asesores no creo que tengan capacidad. A ver si hay suerte con los jueces.
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