Leonardo Da Vinci ofrece una amplia y diversa colección de observaciones, pensamientos y máximas que compendian el conocimiento de la época en que vivió.
El minucioso lenguaje descriptivo que utiliza y la búsqueda de aplicaciones prácticas a sus teorías ponen de manifiesto su mentalidad científica.
Leonardo Da Vinci |
Si encontráis a un hombre virtuoso y bueno, no lo apartéis de vosotros; honradlo para que no tenga que huir de vosotros y refugiarse en desiertos o cavernas u otros lugares solitarios, lejos de vuestras insidias; miradlos como a dioses terrestres, merecedores de estatuas y simulacros.
El hombre es víctima de una soberana demencia que le hace sufrir siempre, en la esperanza de no sufrir más; y la vida le escapa mientras espera gozar de los bienes que ha adquirido al precio de grandes esfuerzos.
Los ambiciosos que no se contentan con el beneficio de la vida y la belleza del mundo, tienen por castigo el no comprender la vida y el quedar insensibles a la utilidad y belleza del universo.
La sabiduría es hija de la experiencia.
Como un día bien empleado procura un dulce sueño, así una vida bien utilizada conduce a una dulce muerte.
Cuántos emperadores y príncipes han pasado sin dejar recuerdo. Sólo se propusieron conquistar Estados y riquezas para que les sobreviviera su memoria. Cuántos, al contrario, vivieron pobres de dinero, para poder adquirir virtudes: y su deseo se ha cumplido en tanto cuanto la virtud sobrepasa a la riqueza.
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