Nuestra protagonista es la mujer que se enfrentó a los Borgia, a la que sus contemporáneos llamaron la leona de la Romaña, y también la virago cruelissima: Caterina Sforza.
El Renacimiento fue una época donde brillaron algunos de los personajes más interesantes y sugerentes de la Historia. Por desgracia, como había pasado en épocas anteriores -y seguiría pasando en los siglos venideros-, la mayoría de éstos fueron hombres.
Caterina Sforza, la mujer que se enfrentó a los Borgia |
Sólo en Italia, cuna, crisol y tumba del esplendor renacentista, podemos encontrar docenas de nombres que han pasado a la historia, desde la política, el arte o la guerra: Maquiavelo, Leonardo da Vinci o César Borgia son claros ejemplos de las personalidades, unas veces luminosas y otras sombrías, de aquellos que vivieron tan notorios tiempos. Sin embargo, también hubo algunas mujeres que descollaron tanto como sus homólogos masculinos; de una de ellas, Lucrecia Borgia. Nuestra protagonista de hoy, que también tuvo sus más y sus menos con los Borgia, es aquella a la que sus contemporáneos llamaron la leona de la Romaña, y también la virago cruelissima: Caterina Sforza.
PRIMEROS AÑOS
Caterina Sforza vino al mundo a principios de 1463 en la ciudad de Milán, lugar que gobernaba su familia, los Sforza, uno de los apellidos más ilustres del Renacimiento italiano. Fue hija bastarda: sus padres fueron Galeazzo Maria Sforza, más tarde duque de Milán, y Lucrezia Landriani, a la sazón esposa de Gian Piero Landriani, uno de los amigos íntimos de Galeazzo. Con sólo tres años de edad, su padre se convirtió en duque de Milán, y Caterina se trasladó a vivir a la corte ducal junto al resto de sus hermanos, legítimos y bastardos; todos fueron puestos a cargo de la madre del duque, la tremenda Bianca Maria Visconti, aunque después serían formalmente adoptados por la segunda esposa del duque, Bona de Saboya. Con ambas mujeres mantendría Caterina una excelente relación a lo largo de su vida, y ambas fueron, cada una a su manera, responsables del indómito carácter de la joven milanesa.
Caterina Sforza, la mujer que se enfrentó a los Borgia |
Contrariamente a lo que se pueda pensar, las jóvenes nobles de la época sí recibían una educación notable; aunque bastarda, Caterina no fue una excepción, y recibió una educación de corte humanista que, además de leer y escribir, le permitió aprender latín y leer a los clásicos; además, a través de su abuela Bianca Maria, la pequeña Caterina adquirió una inmensa conciencia militar, de orgullo hacia sus antepasados y de astucia tanto militar como política. Sin embargo, no dejaba de ser mujer, y como tal tuvo que rendirse a su condición de peón matrimonial: con sólo diez años, fue prometida en matrimonio a Girolamo Riario, sobrino del papa Sixto IV (Francesco della Rovere), y veinte años mayor que ella. Aunque la boda se celebró rápidamente, el 17 de enero de 1473, la consumación de dicho matrimonio no llegaría hasta cuatro años más tarde, en atención a la extrema juventud de la novia.
Tras su boda, Girolamo y Caterina obtuvieron...
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Una época muy interesante que permitió que aflorasen gentes de indudable talento. Que una mujer destacara sobre los demás dice mucho de sus cualidades.
ResponderEliminarUn saludo.
El renacimiento fue un fogonazo de luz tras la oscuridad medieval, tanto en Italia como en España. Y surgieron personajes de lo mas interesante, como la dama de este artículo
EliminarSaludos, Cayetano
Hola Carolus:
ResponderEliminarNo pude seguir leyendo la historia de la dama por que dice que hay un error...Ayer estaba de guardia, así que cuando entré está mañana, pensé que era error del ordenador en el centro de salud (porque hay un filtro y muchas páginas no se puede acceder)
Saludos
Manuel, no he detectado error ni en el blog ni en la web, tal vez sea por el filtro. Espero que desde casa se lea mejor.
EliminarSaludos, y buena guardia