Aprende las tácticas que utilizan los niños para conseguir lo que quieren y qué hacer para evitarlas.
"Papá dijo que podía."
"Prometo que lo haré mañana".
"Me duele el estómago, no puedo ir a la escuela."
¿Te suenan bastante familiares estas tácticas manipuladoras? Por supuesto. Como madre, psicopedagoga y ex profesora, sé muy bien que los niños son maestros en este arte: poner excusas, culpar, y mentir son sólo algunos de los dispositivos que utilizan para conseguir lo que quieren.
Cómo hacer que tu hijo deje de manipularte |
Lo curioso es que los niños no nacen intrigas y ni formulan de estrategias, simplemente aprenden estas habilidades "útiles". Por ejemplo, una niña de 3 años de edad, descubre que sus lloros son increíblemente eficaces para conseguir que papá le compre un juguete y un otro de 4 años de edad, se da cuenta de que los comentarios que inducen culpabilidad ("¡tú no me quieres!") pueden hacer que mamá esté de acuerdo para lo que sea.
Dejar que tu niño use estas tácticas para conseguir lo que desea es desastroso. Para empezar, una actitud manipuladora perjudica la capacidad del niño para manejar su vida con sus aciertos y errores, en lugar de aprender formas de hacer frente a sus problemas (con sus miedos, frustraciones, trabajos escolares). De esta forma, va a tomar el camino más fácil y eludirá sus problemas. Así ahoga su potencial para su desarrollo autónomo, su resistencia y su autoestima. Con cada engaño se erosiona un poco más la conciencia de tu hijo y su crecimiento moral. Y hay una cuestión más: un niño manipulador puede causar discusiones familiares, hará confíes menos en él y hasta puede volverte loco. Así que deja de ser manipulados ahora mismo. Aquí verás cómo conseguirlo:
Paso 1. Reconoce las tácticas de tus hijos
Aquí hay algunas tácticas comunes de manipulación que niños utilizan para conseguir lo que quieren. Marca las que se aplican a tu niño:
Te dice mentiras. "Lo hice ya."
Reproduce frases de un adulto para otro. "Pero mamá dijo que estaba bien."
Pone excusas. "Pensé que era el trabajo de otro."
Utiliza el afecto o el encanto. Papá, lo siento, me olvidé. ¿Qué tal un abrazo? "
Pretende ser indefenso. "Simplemente no puedo hacerlo papá, por favoooor, ¿me puedes ayudar?"
Utiliza la culpa. "Si me hubieras ayudado mas, ahora tendría mejores calificaciones."
Se inventa una dolencia física. "Tengo un dolor de cabeza."
Utiliza la autocompasión. "¡Es muy difícil!"
Explota las emociones. Uiliza lágrimas, gritos histéricos, tiembla, suplica, etc.
Paso 2. Descubre lo que...
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Lo peor de todos es cuando ve el niño que la madre y el padre no se ponen de acuerdo y que uno le consiente más que el otro. Es una cuña de ataque que sabrá utilizar.
ResponderEliminarUn saludo.
Y vaya si la utilizan... Asombra que una persona tan pequeña manipule con tanto arte.
EliminarSaludos, Cayetano
Pequeños pero no tontos..... Lo que tienen que hacer los padres es comunicarse previamente y preparar estrategias, para ser menos vulnerables. Y después seguirlas, aunque cueste.
EliminarUna estrategia básica es nunca llevar la contraria a tu pareja, trabajar en bloque y en equipo. Luego siempre hay tiempo de comentarlo en casa y buscar una nueva linea de acción... pero sin fisuras. Los niños son los que mejor "leen" estas situaciones e incluso el lenguaje corporal. La educación es la guerra... contra el pequeño tirano salvaje que todo niño (y adulto) lleva dentro.
Hace poco me sucedió algo con mi hija (tiene 6 años).
ResponderEliminarMientras pagamos la compra, ella se sienta en los bancos de enfrente de la caja. Si se va a mover, porque quiere ver algo de las tiendas, debe avisar. Se fue a la tienda de vídeojuegos. La vi moverse, pero me quedé callado esperando que hiciese lo que hemos acordado. Nada...Luego la veo en la tienda. Que te he dicho: Que no te muevas sin avisarnos. Al lado hay una tienda de caramelos.Entra en ella y trae una bolsa.
-Hoy no. No me hicistes caso.
-Pero solo por hoy
-He dicho que no, por no hacer caso a lo que acordamos.
Comenzó a llorar
-Ve a llorar con tu mamá. Deja la bolsa donde estaba.
-No quiero. Quiero llevármela.
-No (siempre en tono normal). a he dado mi explicación de porque no te la compro.
Desde aquella vez no se mueve sin antes decir nada...
Saludos
Ojalá todo el mundo hiciera lo mismo, así no prohibirían al entrada a los niños en muchos restaurantes, cosa que a veces llego a entender por lo salvajes que son ciertas criaturas... solo fiel reflejo de su padres.
EliminarLos niños no hacen caso de lo que les dices e imitan todo lo que ven. rara virtud que se pierde con el tiempo.
Saludos, Manuel
Es importante, y muchas veces no lo pensamos o no nos damos cuenta, hablar con los niños antes de que se produzcan situaciones de riesgo. Especialmente la primera o primeras veces, si antes de ir al restaurante le explicas al niño lo que se va a encontrar, y lo que esperas de él y de su comportamiento, luego es mucho más fácil evitar situaciones embarazosas. Evidentemente a cada edad, se le han de exigir corpontamientos diferentes y explicarle las cosas de forma que las pueda entender.
ResponderEliminarCon mis hijas me pasa algo muy gracioso (especialmente con la pequeña que tiene 3 años), cuando vamos al parque o en casa. Si se golpean jugando de forma "correcta" lloran y piden consuelo por el más mínimo rasguño, si lo hacen en actividades ilicitas o prohibidas, jamás lloran... Alguna vez las he cogido aguantando las lagrimas estoicamente, y no hace falta ni siquiera recordarles aquello de "¿Ves como te dije que ibas a caerte?" Saben latín, griego, chino e incluso más.
Esos locos bajitos que decía Serrat son muy inteligentes. Lástima que con el tiempo, un esmarfone y unas hormonas se les vaya pasando...
EliminarSaludos, csc212
PD. Autoricé los dos comentarios, pero no sé donde ha ido a parar el otro