Las parejas pueden verse frustradas por la lucha indefinida para conseguir el dominio y el poder en la relación. Aquí verás cómo manejar este conflicto. En cualquier relación, hay temas que existían mucho antes de que la pareja se formara y de las cuestiones que surgen de la misma relación. En el caso de una lucha de poder, siempre hay un poco de esa combinación.
Desde muy temprana edad, todos estamos expuestos a los ejemplos de las luchas de poder y a los conflictos. Los hermanos pasan la mayor parte de su tiempo tratando de establecer su dominio sobre los demás o usando su poder para controlar a los miembros de la familia. Recuerde las rabietas: estas explosiones eran nada menos que los actos de chantaje emocional. Los padres consintieron a otro hermano que generaba una mayor atención. Muchas veces, la mayoría de nosotros comenzamos a llamar la atención con mucha energía.
Luchas de poder en una relación de pareja |
La relación entre los padres también forma nuestro conocimiento de la resolución de conflictos y de la lucha por el poder. El padre pudo haber usado la fuerza física o la intimidación para mantener el control, mientras que la madre pudo haber utilizado arrebatos emocionales o comportamiento pasivos-agresivos para nivelar el conflicto. Como los niños, absorbemos los aspectos negativos y positivos de estos conflictos entre los padres. Nos enteramos de que a veces el camino más seguro a seguir es permitir que la otra parte domine la relación. Otras veces es mejor mantener una postura firme y esperar que la otra parte acabe con su el argumento y deja el tema. Todas estas experiencias crean nuestras reacciones individuales a la solución de estos juegos como adultos.
Cuando dos personas deciden empezar una relación sentimental, cada uno aporta una mentalidad específica a esta unión. Un miembro de la pareja puede ser naturalmente agresivo cuando trata a otras personas, mientras que el otro puede permanecer más pasivo. Pero pocas personas pueden permanecer completamente pasivas en temas importantes que afecten a sus vidas. Con el tiempo, incluso los que "complacen a la gente" más humildes se sentirán en la necesidad de definir sus límites o de tomar una postura firme sobre un tema importante. Por el contrario, incluso la personalidad más fuerte y más agresiva puede aprender a perder una discusión o tomar un compromiso sobre un tema. Reconocer que un miembro de la pareja es realmente capaz de resistir a las manipulaciones y que le permite tomar decisiones unilaterales es un primer paso importante. Es vital ...
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En casa no tenemos problemas...Yo siempre tengo la última palabra: Si mi amor. ;D. A veces puede cambiar a si cariño...
ResponderEliminarSaludos Carolus
Sin embargo, en mi casa mando yo: todos los días me da una lista con lo que hay que mandar ;-)
EliminarSaludos, Manuel